CAPÍTULO II: EL PILAR DEL PARTENÓN

1.4K 172 82
                                    

Siglo V a.C 10 años después

-Teseo por todos los cielos-Isabelle corría de un lado a otro por la casa con la vestimenta de su hermano-Vas a llegar tarde.

-Jace va a pasar por mí... ¡Y que no me llames así!-pidió alzando la voz.

-A Jace no le molesta que lo llame por su verdadero nombre-replicó la joven. Ahora más alta y bella que parecía una pintura de una ninfa.

-Pues a mí sí me molesta, solo dime Alec y ya, además-añadió- calzándose las sandalias de cuero-Heracles suena increíble, nadie va a llamar a Alec, hijo de Maryse y Robert de Idris antes Creta con su nombre real-finalizó Alec con una sonrisa.

-Porque nadie tiene tiempo -Isabelle le guiñó el ojo y salió de ahí con una sonrisa burlona.

-Ja ja ja ja, muy graciosa Etra.

-Espero no seas seleccionado-Isabelle se encontraba ahora sería recargada en la pared de afuera de la casa. El ambiente ahora era algo tenso.

Alec, que hasta ese momento había estado sonriendo (algo inusual en el) cambió el semblante y la abrazó con fuerza.

-Ya verás que no será así-trató de darle ánimos-Han sido años de ese circo y nunca nos han seleccionado ni a Jace ni a mí. Así será este año-finalizó seguro.

-Espero tengas razón hermanito...o te aniquilaré.

-Uy, qué miedo.

Y ambos volvieron a reír.

____________________________<3__________________________________________________

A unos cuantos kilómetros de ahí, Jace se encontraba observando a una chica de cabellos rojos y bastante menuda y pequeña de estatura. Había quedado de verse con Alec debajo del puente que unía al pueblo con el centro pero no podía dejar de verla sus ojos dorados estaban inmersos en la belleza de la muchacha y se encontró sonriendo tontamente para sí mismo.

-¡Hey!-escuchó una voz a sus espaldas-Te estuve esperando mucho tiempo-Alec se cruzó de brazos bastante molesto.

Jace, echando sus cabellos claros hacía atrás, sonrió mostrando su típica altanería.

-Sé que no puedes vivir sin mí, pero no lo hagas tan notorio, debes tener un poco de disimulo.

-El que debería tener un poco de disimulo eres tú-el moreno frunció el ceño-¿De nuevo observando a Megara?

-Ella prefiere que la llamen Clary, gracias-la defendió Jace-Y estaba pensando en invitarla a salir.

-¿Y qué te hace estar tan seguro de que ella va a aceptar?-sonrió Alec divertido.

-¿Qué no me has visto?-respondió el rubio alzando sus brazos y moviendo su cadera.

-Sí, por desgracia si te he visto-respondió Alec con pesar-Ahora vámonos ya para salir de esto.

-Uy, como si el minotauro fuera a escaparse.

Alec rodó los ojos ante el comentario y juntos caminaron hacía donde se hacía la selección de los siete hombres y los siete mujeres que ese año se enfrentarían al famoso minotauro en el temido laberinto.

-¿Qué harías si te eligen?-preguntó Jace de repente.

-¿Por qué todos preguntan lo mismo?-Alec había perdido la paciencia-No nos van a elegir, nunca lo han hecho y no lo harán.

-Pero...dicen que nadie sale vivo de ahí-comenzó a replicar su amigo.

-Pero nada-Alec estaba algo desesperado-Primero que todo, no existe el tal minotauro, segundo, solo eligen a los que han cometido algún delito y nosotros vivimos a las orillas de la ciudad, ni siquiera saben que existimos.

EL RELATO ENCONTRADO EN ALEJANDRÍAWhere stories live. Discover now