Tuvo que agacharse aún más para poder seguir avanzando, hasta que solo le quedaba seguir en cuclillas, el azufre espeso manchaba todas sus ropas y su rostro, pero volver no estaba entre sus posibilidades.

"La salida, necesito salir de aquí". El fango de azufre le llegaba hasta la barbilla, mientras avanzaba lentamente por la estrecha cueva.

"Y si solo es una trampa" pensaba, y recordaba la explosión de la cueva que iba a tomar antes de esta. No sabía cuánto tiempo estuvo reptando, pero una corriente de aire fresco le indicó que estaba llegando al final del túnel que había estado recorriendo; cuando estaba llegando a la salida, escucho voces de otros jóvenes, eran dos, un hombre y una mujer avanzando juntos.

–Esto es una locura Ove, está muy oscuro, ¿cómo se supone que veremos una piedra de fénix?–dijo la joven.

–Tranquila, debe estar por aquí, nuestro tío me dijo que cuando estaba cortando unos árboles en el bosque Kharbon pudo ver a un fénix salir de un agujero del volcán en este sector, debe haber un nido cerca. – dijo el joven con un tono de seguridad.

–Pero eso no asegura nada, nuestro tío es un borracho, ¡ni siquiera sabes si es verdad!, además que aquí no hay vida, no hemos visto ninguna de las bestias que contaba nuestro padre– dijo la joven.

–Pero tampoco lo desmiente Karoo, en el último año, he estado trabajando en un mapa del volcán con los testimonios de los tipos que terminaban sus Arufinix en el Tráx Médico, eso sumado a lo que nuestro tío dijo que vio al fénix aquí– dijo el joven indicándole en el mapa.

"¿Un mapa?" pensó Cliff. "¡Eso es trampa!".

–No veo nada Ove – dijo Karoo.

–Eso es porque aún no te acostumbras a la oscuridad, tonta–.

–No me digas tonta, no olvides que la fuerza la tengo yo, tu eres puro cerebro. – Dijo la joven haciendo una mueca.

Mientras los jóvenes se alejaban por la cueva poco a poco, Cliff se comenzó a sentir incomodo en el pequeño espacio que tenía. Así que decidió escabullirse lentamente para no ser visto.

– ¿Escuchaste eso? vino de mas atrás– dijo la joven.

– ¡Shh! Estoy ocupado Karoo, deberíamos tomar el camino a la derecha. – Dijo el joven.

–Pero Ove... –.

Cliff pudo ponerse de pie, estaba todo sucio de pies a cabeza, pero el fango lo hizo resbalar y caer al suelo golpeándose en la espalda.

"Maldición".

– ¡¿Escuchaste Ove?! ¡Te dije que había algo allá atrás! – Ove no respondía – ¿Ove?, ¡Ove! – el joven miraba al frente fijamente. – No veo nada Ove, ¿¡que pasa!? –.

–A...aa... ¡¡Corre!! ¡CORRE! ¡CORRE! – El joven salió corriendo en la dirección donde estaba Cliff, pero Karoo aún estaba allí inmovilizada, y luego gritó.

La cueva se encendió en llamas y causo una explosión enorme, haciendo volar a Karoo violentamente hasta chocar con una esquirla de roca volcánica en la cabeza, dejándola totalmente inconsciente.

"La joven esta allá, debo ir a..." BOOM otra explosión, y luego otra. El calor era sofocante, Cliff desenvaino la espada y avanzó hacia el origen, y pudo ver una de las tantas bestias que había escuchado en las legendas que contaban los abuelos DaLengx, era un Lagarto Boom, su tamaño era enorme y con una cola larga con varias bolsas de piel envueltas en llamas que golpeaba en el suelo causando las explosiones, y de su cuello, salía una membrana que emitía un resplandor parecido al del magma, sus cuatro patas estaban clavadas en el suelo con sus fuertes garras para poder soportar las explosiones. La joven Karoo estaba segura tras una roca lejos de la vista del lagarto.

Crónicas de Gaia: Libro PrimeroWhere stories live. Discover now