Y asi se forjaron nuevas armas, escudos y armaduras, donde la piedra de las Montañas Rigotón les dio minerales de piedra blanca y resistente. Los Nefilim lo llamaban mineral celestial, por su capacidad de elevar la potencia de los hechizos rúnicos que se escriben en ella, para que así, pudieran hacer que su ejército completo comenzara a vestir como unos verdaderos ángeles.

Los guerreros menores fueron llamados Kerubines, estos vestían una delgada armadura en el pecho, hombreras y un casco que tenía pelo de zorro rojo saliendo de su cimera, y una visera que no le limitaba demasiado su visión como la de los Arcángeles, pero que tenía que estar siempre tapándoles el rostro por decreto del Rey Amus Hood II. En la guerra de los elementos estos hombres no eran más que humildes peones, y los que sobrevivieron a esas batallas y viven hasta el día de hoy, cuentan eso, y que nadie les devolverá sus brazos o piernas que perdieron en "Honor" a su pueblo. Una medalla y un puño de monedas por el servicio no sirvieron de nada, y la mayoría ahora o está muerto, o vende ratas asadas en los barrios bajos.

Los Capitanes de Leódria se transformaron en Serafines, estos hombres tenían una armadura de cuerpo entero, que gracias a los hechizos de los Nefilim, son livianas, cómodas y duras como su orgullo. En batalla, entre varias de sus grandes habilidades, los Serafines usan un hechizo llamado vuelo de fe, que los hace saltar muy alto haciendo que desde el aire pueda impactar a sus enemigos con una fuerza atronadora.

Los Generales fueron titulados como Arcángeles, todos veteranos preparados en todos sus sentidos para la guerra, famosos por sus capacidades curativas en batalla y su predominante liderazgo, donde según los Nefilim, sus poderes sobrepasaban los límites de la física.

Antes del tratado con los enanos, los más destacados capitanes tenían capacidades curativas y habilidades que pueden remover maldiciones demoniacas, y se caracterizaban por su heroísmo y su inflexibilidad en el cumplimiento de la ley y de las promesas, cosa que perduro en los Serafines y Arcángeles, pero no en los Nefilim, que antes del tratado eran simples brujos y alquimistas, que usaban la ingeniería y combinaciones de las distintas ciencias.

Esta renovación del reino, fue creada a gracias a un proceso llamado "la divinidad de Leódria", donde los Nefilim a través de sus investigaciones, combinada con las nuevas artes rúnicas de los enanos, descubrieron, en base ensayo y error, una nueva forma de ver la vida, que como resultado se concluyó que toda materia fue creada por un ser superior a todos los seres vivos de Gaia, una deidad capaz de crear y destruir a su antojo.

Los mismos que antes de la guerra no creían en Novus, la creadora de los Titanes que formaron Gaia, solo creían en la ciencia y astrología, que solo les mostraba lo ya que estaba creado.

Cuando creyeron en Novus, y toda la religión que siempre profesaban los tres Dracones, se dieron cuenta de que los seres de Gaia siempre fueron y serán simples guardianes del mundo entero. Hace muchos años, en los libros historia está registrado que los Nefilim reunieron a todo su pueblo y al consejo de los Danhairos, Los Dracones y el Rey de Leódria, que decretaron bajo ley:

"Somos Todos Protectores de Gaia, somos simples guardianes, encargados de mantener la paz y armonía de todos los seres, todos somos uno, la tierra que pisamos, el agua que bebemos, ¡el aire que respiramos! ¡Todos nosotros! ¡SOMOS GAIA!".

Allí, Ese día, se escribió la historia de Fragua, y nadie podrá olvidar el clamor de las miles de personas que presenciaron ese momento, donde los Nefilim recibiendo la aprobación de los Dracones que habían revisado minuciosamente toda la información recaudada por los Ex alquimistas y brujos.

Tiempo más tarde se conformó la orden de los Arcángeles, protectores del reino y de Gaia, y todos los subordinados del rey Amus Hood II, y su descendencia real, que fuera declarada con su corona como Tir Mann, Dios Hombre.

Crónicas de Gaia: Libro PrimeroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora