Capítulo 3: ASÍ ES COMO DESAPAREZCO

307 33 0
                                    

Comencé a sentir temor, una sensación horrible que no podía explicar. Mi respiración estaba agitada y mis latidos, acelerados.

“¿Qué debo hacer ahora?”- pensaba. Solo pude decir algo.

“¿Me pueden dejar un momento a solas con mi amada?”- pregunté. Mis familiares abrieron sus ojos y me miraron como si fuera la última vez que nos fuéramos a ver. Otros, se preguntaban quéquería hablar con ella, si estábamos separados, si ella solamente vino a visitarme y expresar su angustia por lo que me ocurría.

Empezaron a salir uno por uno por la puerta, hasta el hecho de quedar mi amor y yo solos.

“No soy tu amada, solo estoy aquí por compasión”- me dijo.

“Ya lo sé”- respondí.

“Pero quiero pasar mis últimos momentos contigo, tengo tantas cosas que decirte. Aunque hay cosas que he hecho que vos nunca deberías de enterarte”- le dije. Ella agachó la mirada, y se produzco un inmenso silencio entre nosotros.

Tenía que romper ese silencio.

“Eres lo único que tengo en mi vida, lo que realmente me importa”- le dije.

“Has sido la única persona que realmente te has preocupado por mí, desgraciadamente, no lo he sabido valorar”- le decía.

“Sin ti es como que desaparezco, me siento olvidado y solitario, ¿sabías?”- dije. Ella me miró y dejó escapar una pequeña sonrisa.

“Voy a morir, y no he sido una buena persona, solo quería que supieras que a pesar de todo lo que he sido no he dejado de amarte, espero que algún día me perdones por todo lo que te he hecho”- le dije muy avergonzado.

Quería expresarle toda mi soledad, toda mi angustia y todo mi amor hacia ella. ¿Me habrá comprendido?

¿Podrá notar que le estoy gritando por dentro?, ¿se dará cuenta de que estas palabras me están ahogando?, ¿se dará cuenta que me estoy hundiendo?, ¿se dará cuenta de que me estoy yendo?

El desfile negroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora