Capitulo 1: Obento

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       Desperté temprano, no se me da mal despertar temprano, casi siempre despierto antes del que el despertador suene. Tome un baño, vestí mi uniforme que la noche anterior lave, planche y colgué en un gancho. Desenrede mi cabello, me mire en el espejo por unos segundos. No uso perfume, ni aretes, ni pulseras, mi peinado... bueno... si se podría ser peinado ya que no ato mi cabello ni nada, siempre llevo mi cabello suelto.

        Soy poco femenina ¿Verdad? debería comprar alguna revista de peinados o sino comprar algún accesorio para el cabello. Solté un suspiro. Baje a prepara el desayuno y los obentos. Vivo con mi hermana y mi padre, quien es un es director de una escuela y varios dojos* de artes marciales. Es una persona con un carácter muy severo. Mi madre falleció ya que su cuerpo era débil y cuando quedo embarazada de mi hermana su salud empeoro, lamentablemente murió unos meses después del parto.

-Buenos días, Onee-chan.-bajaba las escaleras Hanabi con sus ropas todas torcidas y su cabello todo desordenado. Es débil en las mañanas, en parte es porque se duerme muy tarde por estar en la pc.

-Buenos días, ya el desayuno esta casi listo. -le dije acercándome a ella, le acomode un poco sus ropas y cabello. -¿Quieres jugo mientras esperas? -le pregunto y ella entre un bostezo asintió. Poco después bajo mi padre las escaleras, con su semblante serio, me apresure a servirle su té. Los dos estaban en la mesa, yo iba sirviendo sopa de miso, arroz y pescado asado para mi papá. Para Hanabi arroz, huevos estrellados, salchichas y su jugo. Yo no soy buena comiendo en las mañanas, por lo que solo comí dos tostadas con mantequilla y un vaso de jugo. Por lo común comemos en silencio.

         Mi padre fue el primero en levantarse de la mesa, y fue a sentarse en el sofá a ver las noticias de la mañana. Hanabi parecí que en cualquier momento caería dormida con la cara dentro del tazón de arroz. Me levante llevando conmigo los platos de mi padre a la cocina para ir lavándolos de una sola vez. Termine de preparar los obento de Hanabi y mio. Guarde el de Hanabi en su Randoseru* y me asegure de que no se le quedara nada.

Ya todo listo, y bien de tiempo. -Nos vamos, papá.-Dijo Hanabi saliendo de casa. Caminamos un poco juntas. -Onee-chan. -

-¿Mm?- la voltee a ver para darle a entender que tenia mi atención.

-Tu cabello esta muy largo. -Me dijo de pronto. -Ya lo había notado, pero pensé que te lo cortarías, pero lo tienes muy largo.- me dijo mientras daba algunos saltos en un pie.

-Mmm... - tome un mechón de mi cabello negro y si, es ya estaba muy largo. -Debería córtalo. -dije viendo lo largo que estaba.

-¿Eh? ¡No! así esta bien, el cabello de Onee-chan es lindo. - me dijo cuando llegamos a la esquina donde tomamos caminos diferente. -Bueno, nos vemos. -comenzó a correr por la acera en dirección a su colegio.

Así que lindo... mire un poco más mi mechón de cabello, ¿como no me di cuenta que estaba tan largo?


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      El día transcurrió como de costumbre, clase tras clase, hasta la hora del almuerzo. Tome mi obento y me encamine al patio del instituto allí hay un lugar muy lindo para comer, ademas el clima esta muy agradable. Caminado por el pasillo, entretenida viendo por las ventanas no me fije que al mirar al frente Naruto-kun venia caminando, entre en pánico, casi me empiezan a temblar las rodillas, venia riendo sobre algo con sus amigos, tranquila. Solo pasa por su lado tranquilamente, no lo mires. Cada paso resonaba en mi cabeza.

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Solo una chica aburridaWhere stories live. Discover now