INSANITY

~03~

Jimin tiene miedo de las voces que escucha, tiene miedo de lo que Jungkook le dice, tiene miedo de perder a Yoongi. Tiene miedo de todo.

-Para siempre es mucho tiempo, Jungkook.

-Estoy consiente de ello.

-No creo que realmente quieres ser mi amigo para siempre.

-Me estás diciendo que mi palabra no vale nada para ti? -protesto el castaño con una mezcla de rabia y tristeza.

-Si, exactamente eso. No creo que alguien que me quiera separar del resto, por los motivos que sea, realmente sea mi amigo.

-Pero lo soy, Jimin. No confías en mí?.

-No! -contestó Jimin alterado -No quiero. No puedo. Me niego a alejarme de Yoongi! -grito Jimin abrazándose a si mismo dando una imagen muy perturbadora a cualquiera que lo mirará.

-Jimin...

-Vete, Jungkook! No vuelvas -dijo Jimin con voz calmada mirando al suelo sin dejar de abrazarse el mismo.

Pasaron los segundos, los minutos, las horas y finalmente Jimin alzó la mirada. Jungkook no estaba, se había ido como el le pidió. Una leve sonrisa de alivio se dibujo en el rostro del menor.

El sol comenzaba a ponerse, los tonos anaranjados bañaban el cielo como un aviso de que pronto iba a anochecer.

Salir de la casa, caminar hacía el jardín, pasar por la cerca, y encontrarse con Yoongi; eso era lo que Jimin tenía que hacer, o al menos lo que tenía planeado.

-Yoongi, Jungkook me dijo que..., yo te gustaba. Es cierto?.

-Mira, Suran. No voy a mentirte; no me gustas, pero me atraes. Además no quiero cometer el mismo error de siempre.

Esas palabras rompieron el frágil y pequeño corazón de Jimin. Sentía como un nudo se formaba en su pequeña garganta y su respiración se entrecortaba.

<<Por que?, por que Yoongi?, quien es esa chica?, por que me haces esto?>> pensaba Jimin con cierto odio.

-Cual error, Yoongi?.

-Hace un tiempo, le dije a la chica de la cual estaba enamorado lo que sentía por ella y me hizo mucho daño. Me utilizo y no quiero que eso se vuelva a repetir. No tengo mucha suerte con las mujeres.

-Yo nunca te haría daño, Yoongi.

-Ni el a ti, pero yo si. -susurró Jimin.

Yoongi sonrió y abrazo a la chica de cabello corto y azul.

-Lo sé -le respondió Yoongi-. Yo solo..., tengo que pensar las cosas.

-Comprendo -asintió Suran alejándose tan rápidamente como apareció.

Apenas la azulada se retiró Jimin se acercó a Yoongi.

-Lindo chaleco.

-Gracias. -contesto Jimin. -Volvamos al jardín.

En cuestión de segundos ambos estaban nuevamente en el jardín sobre la hierba fresca mirando el cielo.

-Cuéntame algo.

-Como que?

-Cualquier cosa. Se que si sale de tu boca siempre será algo bueno.

Jimin se sonrojó, cerrando los ojos y abriendo sus carnosos labios para articular con suavidad cada palabra.

-Bien. Puede ser un cuento? -el asintió-. De acuerdo; allí estaba él, corriendo por las vacías calles de charcos y recuerdos, con su chaqueta negra de cuero, negra como su alma.
>>Con un pensamiento más pesado que sus palabras y más grande que sus errores.
>>el chico vestido de negro, corría, corría, corría con sus ojos vendados. Tropezando. Equivocándose. Lastimando a cualquiera que se cruzara en su camino sin siquiera planearlo. Divagando. Siempre hablando demás, siempre echándole de menos.

-Eres maravilloso, Jimin.

Cayó la noche, tomados de la mano Park Jimin y Min Yoon Gi observan el manto estrellado mejor conocido como cielo nocturno desde el tierno pasto verde en el jardín de Yoongi.

-Con que compararías las estrellas?.

-No lo sé, algo como: Las estrellas en el cielo son como mis ganas de vivir, ya están muertas.

-Muy gracioso. -ironizó Yoongi.

-Gracias, lo sé.

-Ahora, dime tú -sonrió Jimin incorporándose.

-Bueno, yo las compararía contigo.

-Por?.

-Escucha: Las estrellas eran como Park Jimin, brillantes, únicos, hermosos, se veían tam cerca; pero estaban tan lejos, inalcanzables, maravillosos, perfectos.

>>No te creas sus mentiras, tonto>> -resonaba nuevamente la voz en la cabeza del pequeño.

Pero Jimin se las creyó.

-Hyung -tomó su mano con fuerza.

-Jiminie -Sonrió el chico en respuesta.

-Sabes, hyung?.

-Que?

-Vivimos en una sociedad que te roba la libertad para después vendértela, que te corta las esperanzas para que las busques en cosas materiales, que te niega la felicidad.

-Eso es muy cierto.

-Justo ahora nada de eso me importa, hyung.

-No?

-No. Lo único que realmente me importa ahora es estar contigo.

-Que dulce eres, pequeño.

-<<Pequeño>> -repetía burlona la voz.

Jimin disimuló su decepción sonriendo, una sonrisa, una simple sonrisa bastaba para que Yoongi creyera que Jimin estaba bien. Después de todo, solo es <<un niño pequeño>>, que ¿motivos tendría para no estar feliz?.