Capitulo 4; Empezar de nuevo

54.6K 2.2K 123
                                    

Cuando el débil pitido del despertador inundo la habitación aún no había amanecido Dana suspiro y lo apago rápidamente, antes de dejar que sus ojos volvieran a cerrarse salio de debajo de las sabanas y se dirigió a la ventana, levanto la persiana y miro fuera

-Bueno, empecemos –se vistió rápidamente y recogió su pelo en una alta coleta

Al salir del edificio la humedad hizo que se estremeciera, pero no dejo que eso la achantara. Comenzó a realizar los estiramiento y después inicio la carrera segura de si misma. Recorrió los alrededores a un ritmo constante y después de una hora corriendo siguió con las flexiones, tal y como le habian ordenado. Lo siguiente fue el circuito, que repitió hasta 15 veces, hasta que fue interrumpida

-¿Qué tal si desayunas? –Brad estaba parado tras un árbol observándola –Quiero que recuperes fuerzas para tu entrenamiento conmigo

-No te preocupes –Dana sonrió y camino hacia el –Tengo fuerzas de sobra

El se quedo mirándola fijamente, dio un paso hacia ella y atrapo un mechón de su pelo para llevarlo tras su oreja

-Aun así, prefiero que desayunes –Su voz apenas fue un susurro

-Antes me daré una ducha –respondió mientras sacudía su camiseta de la arena que había pegada en ella -¿Te parece bien?

-¡Evans! –Dalia se asomo a la puerta del edificio -¡Tu entrenamiento empieza en media hora! ¡Date prisa!

-¿Y que se supone que he estado haciendo? –Ella bufo molesta

-Un calentamiento –Brad respondió en su oído y se marcho caminando hacia la puerta

-Yo te enseñare lo que es calentar –Dana sonrió mirándole el trasero

Suspiro y miro sus manos manchadas de tierra. Después se marcho a la casa, se ducho rápidamente volvió a vestirse, de nuevo con un uniforme de entrenamiento. Cuando bajo a desayunar Brian ya no estaba, sin embargo, el comisario. Torregrosa la estaba esperando con una gran sonrisa

-Me han comentado que pasaste la prueba –señalo la silla para que tomara asiento –Y que esta mañana has comenzado con energía

-¿Eso es lo que quiere no? –Dana se sentó y tomo una tostada, la junto con mermelada con tranquilidad -¿Y ahora? ¿Qué va ha buscar para que me rinda?

-Nada –Torregrosa se acercó y se sentó frente a ella –Tu actitud, aunque para mi no sea de mucho agrado, estoy seguro de que te abrirá las puertas a los negocios de Cortes

-Por supuesto que lo hará –Dana le miro mordiendo la tostada –Pero no solo mi actitud, el me necesita, al igual que ustedes

-Serias una gran agente –Torregrosa sonrió –Lastima que seas de otro bando

Del Lado De La LeyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora