No es como tú quieras || Omegaverse Toll

Capítulo Extra

Salió del auto, cargando a Bill y tomando todo lo necesario e importante, haciendo malabares para que nada se quedara en el auto. Cuando se aseguró que todo estaba en orden, corrió dentro con él en brazos.

Bill estaba más tranquilo cuando estaban cerca pero también podía ver su rostro lleno de sudor por el esfuerzo que estaba haciendo por controlar el dolor. Sin duda alguna su omega era diferente y lo amaba más por eso.

Bill odiaba preocuparlo y en ese momento aunque pensaba en su bebé también pensaba en como estaría sufriendo su alfa.

—Tom... — llamó con timidez mientras se restregaba en su hombro. El aludido volteó a verlo mientras esperaban a que los llevaran hacia la habitación.

—Dime bebé.

—Quiero hamburguesa con leche condensada — dijo con un lindo puchero en su rostro, que enamoró más al alfa. Tom rió como si fuese la primera vez que Bill le pidiera una combinación tan rara, pero es que habían peores y gracias a todos los dioses esta era relativamente normal. —. Por favor — El alfa asintió ante la petición y sólo esperó a que los llevaran a la habitación, y salió en busca de los deseos de su omega, claro, no sin antes dejarle un tierno beso en la frente que hizo sonreír a Bill.

Mientras iba en busca del McDonald's más cercano y una tienda, recordó los antojos que ambos tuvieron durante el embarazo.

Sintió algo tirar de su hombro, y por un segundo creyó que había un terremoto por el jaloneo intenso que sentía no sólo en su cuerpo sino también en la cama. Hasta que vio a su omega sentado en la cama, llamándolo y jalándolo para que se despertara.

—¿Qué sucede, bebe? — preguntó tratando de salir del letargo del sueño, volteó a ver al reloj de su mesa de noche y no pasaban de las tres de la mañana. Lloriqueó por dentro porque en menos de cuatro horas debía despertarse para ir a trabajar.

—Queremos lasaña con gelatina— lloriqueó, literalmente dos lágrimas resbalaron de sus rojas mejillas —. Yo le digo que no hay pero él no me hace caso y sigue queriendo — siguió como si tuviera que dar alguna explicación.

—No llores, amor, ya iré a buscarlo— sin sueño, porque ver a Bill le había quitado el sueño, se levantó buscando unos tenis y las llaves del auto, rogando por encontrar algún lugar abierto donde vendieran lasaña o Bill dejaría las lágrimas para sacar lo rudo.

Encontró una tienda 24/7 y compró lasaña para calentar, y la leche condensada. Y en el instante que vio la comida se le antojó la pizza con chocolate y lo único que pudo hacer fue negar porque al parecer los hábitos se pegan.

Esa noche Bill durmió con una sonrisa en el rostro, como cada noche porque de eso Tom se encargaba.

...

—¡LA PUTA MADRE QUE LOS PARIÓ! — gritó el omega cuando ya llevaba dos horas en la habitación del hospital—.¡¿A QUÉ HORA ME DROGAN PARA NO SENTIR DOLOR?!

Y el alfa pensó que esta vez sus besos no lograrían calmarlo.

—Tom, tienes que hacer algo... llama a la enfermera para que me ponga algo o juro que yo mismo me sacaré a nuestro hijo.

—A nuestra hija... — susurró este, no lo suficientemente bajo para que el omega lo escuchara.

—¡Es niño y no me discutas! ¡Ahora llama a alguien para que me quite el dolor! — el alfa salió corriendo, los nervios comenzaban a jugarle mal, por una parte no le gustaba ver a Bill de esa forma pero tampoco tenía que ser tan grosero.

¿Es que tanto le costaba aceptar que su bebé sería una linda princesa?

Y los recuerdos seguían llegándole como un tortazo directo a la cara. Era el cuarto mes de embarazo, justo cuando lo vieron por primera vez.