Capitulo 1

719 31 1
                                    

-Tienes que sacarla de aquí, Jhon- Escuché decir a mi madre- Jade no merece vivir esta vida tan jodida a la cual la podría llevar.

Mamá estaba reunida con su abogado y su voz se escuchaba cortada, ¿Estaba llorando?, nunca había visto ni siquiera una lágrima salir de sus ojos.

-Sabes que te pagaría lo que sea por la seguridad de ella- Continuó

-Eres mi amiga, casi mi hermana, Jade es como una hija para mí. Haré lo que sea, no es necesario que me pagues, Norma- Dijo esta vez Jhon.

Alguien tocó mi hombro y sentí como un escalofrío recorría todo mi cuerpo- Vamos Jade- Susurró Laura pegada a mi oído- Debes dormir- Temía que ella le comentara de mi espionaje a mi madre, así que no me quedó otra opción que obedecer.

Estando en mi habitación me cepillé los dientes y me puse un camisón, Laura se había ofrecido a peinar mi cabello y yo asentí-¿Pasa algo con mi madre?-Pregunté en voz baja, ella detuvo los suaves movimientos del cepillo unos segundos

-¿Por qué tu pregunta, pequeña?

-No te hagas la desentendida, por favor. Me viste escuchando tras su puerta. ¿Va algo mal con los negocios?

-Las cosas no van tan bien, Jade- Sus dedos hábilmente empezaron a hacerme una trenza y yo seguía mirando un punto cualquiera para mantenerme quieta- No te confundas, tu madre lo tiene todo controlado, la conoces. Sus problemas van más con ella misma y contigo, ¿Me explico? – Yo asentí con lentitud procesando lo que me decía- De los diecisiete años que te conozco nunca había durado tanto haciéndote una trenza, yo me reí por cortesía, no porque su comentario hubiese sido gracioso.

Mi madre entró al cuarto asustándome al ver sus ojos hinchados al parecer por tanto llorar. Le hizo una seña a Laura para que saliera no sin antes sonreírle sin mostrarle sus dientes, antes de sentarse a mi lado tomó una gran bocanada de aire

-Buenas noches, madre- Le saludé al notar el silencio que permanecía en la habitación

-Buenas noches, Jade- Respondió mientras acomodaba un cabello tras mi oreja

Sentí un gran impulso de abrazarla y eso hice, sin importar los años que llevaba de no sentir aquel afecto maternal.

-Te prometo que todo estará bien, Jadey- Susurró poco después de corresponderme el abrazo. Se soltó y me miró con un anhelo que hace mucho tiempo no reflejaban sus ojos- Escucha princesa, mañana te irás a un conservatorio- Me sorprendí y mi madre calló mis palabras cuando iban a ser pronunciadas- Por favor no me contradigas, tú sabes como es mi vida, Jade, no quiero que tengas que pagar las consecuencias de tu estúpida madre- Tomó nuevamente un poco de aire y continuó- Yo ya no puedo conmigo, con esta lucha dentro de mí, y mi preocupación por ti, por eso me voy a entregar.

-Madre...- Susurré al ver aquellas gotas saldas correr por su rostro, que rápidamente aparté

-Como madre, a veces tenemos que sacrificar algunas cosas- Ella me sonrió con tristeza- Hija, ¿Sabes que esto es lo mejor, verdad?- Yo asentí ocultando mi rostro entre mis manos, ella odiaba verme llorar- No llores, por favor, tú sabes que lo que he hecho no ha sido correcto, Jade, debo pagar, tú no tienes la culpa de eso

Esta vez la abracé más fuerte y ella permitió que mi estadía entre sus brazos fuese más extensa.- Todo estará bien, madre- Era yo la que le brindaba seguridad a ella, una seguridad de la cual yo no era propietaria.

-Ya está todo arreglado. Saldrás del conservatorio cuando tengas 21, y vivirás en la ciudad- Ella limpió su rostro con el costado de su mano y se puso seria—No te preocupes por el dinero, cuando cumplas 20, cada mes te llegará más de lo suficiente. Tu apartamento ya está comprado y el auto Jhon se encargará de pagarlo. Prometo que no te faltará nada

Ella se levantó y yo la seguí, nuevamente me brindó un abrazo, donde se ocultaba todo aquel amor maternal que se escondía dentro de aquella mujer, que por fuera era tan rígida y dura como una piedra, pero por dentro un ser noble y herido.

Al rato quedé sola en la habitación, memorizándola, grabándome como estaba organizado todo por si alguna vez volvía a verla y que nada estuviese distinto, simplemente recordándola.

-Ya no hay marcha atrás- Me susurré

Empaqué las cosas más preciadas, no me preocupé por la ropa, seguramente ya en el conservatorio estaría lo que necesito, Me limité a guardar algunas de mis camisas y zapatos favoritos. Sabía muy bien que mi madre no estaría en la mañana cuando me fuera, ella no era una mujer de despedidas.

La mañana siguiente era una mañana fría, las nubes cubrían la luz del sol que tanto quería. Me bañe y cambié de manera rápida, organicé mi habitación y le pedí a Laura que me ayudara a bajar mis cosas. Antes de irme le di una última mirada al lugar donde había dormido, pensado y llorado por tantos años.

-Adiós- Susurré antes de cerrar la puerta

Bajé con paciencia las escaleras, viendo todo a mí alrededor, abajo me esperaban Laura, Julián y Jhon, con unas sonrisas que por dentro escondían tristeza. Cuando bajé el último escalón Laura me abrazó tan fuerte que podía decir me había obligado a expulsar mucho de mi aire.

-Jade- Dijo Jhon con una sonrisa antes de abrazarme- Todo estará bien, princesa- Su mano me daba pequeñas palmadas en la espalda como un acto fraternal y de apoyo. Yo le devolví la sonrisa y salí junto con Julián. El quitó su sombrero de chofer antes de abrirme la puerta del auto. Ya dentro mire hacia arriba, mi madre reposaba al lado de la ventana con una copa de vino que levantó cuando me percaté de su presencia, yo asentí para ella.

-Todo estará bien, Jade- Me susurré cuando el auto emprendió el camino.

Aprendiendo a vivir, Jerrie ThirlwardsWhere stories live. Discover now