Por Dios, ¿acaso la invitó al viaje? Porque si es así, me mato ya mismo. Lo juro.

- ¿Qué pasa con ella?- preguntó Ryan, molesto, mientras su mirada se cruzaba brevemente con la mía. Sabía que Ryan había descubierto la verdad sobre Edith gracias a su novia, quien finalmente había revelado la mentira. Una mentira que, por su inocencia fingida, se había convertido en la más grande de todas.

- Amor, es que... Bueno, tú sabes. Yo...-, comenzó Kira, pero sus palabras se interrumpieron cuando una voz demasiado conocida para mi gusto habló por detrás de mi espalda, tensando cada músculo de mi cuerpo.

Ahora lo entendía todo.

No iría al viaje con nosotros (cosa que agradecía), pero estaba decidida a venir a la fiesta y arruinar la noche descontrolada que habíamos planeado. Su presencia era como una nube oscura que amenazaba con empañar la diversión que habíamos esperado tanto.

- Hola chicos-, se burló Edith, desafiante, su tono lleno de un desdén que me provocaba una mezcla de indignación y frustración. La tensión en el ambiente era palpable, y cada uno de nosotros estaba consciente de la tensión que flotaba en el aire mientras me giraba para enfrentarla. Ay, Kira, como la cagas siempre, pensé, lamentando internamente que su decisión de invitar a Edith hubiera desencadenado esta situación.

- Derek, mi amor-, dijo con falsa dulzura, y sentí cómo mi furia crecía ante sus palabras. Su intento de aparentar amabilidad solo lograba irritarme más, recordándome que detrás de esa máscara de inocencia se escondía una manipuladora sin escrúpulos.

Vamos a ver, Derek, debes calmarte. No puedes permitir que esta tipa te arruine la noche. Seguramente, eso es lo que quiere la muy... desgraciada. Traté de contener mi ira, recordándome a mí mismo que no valía la pena caer en su juego, pero era difícil mantener la calma ante su presencia provocadora.

El rostro de Edith se volvió serio, recordándome a la jefa sin corazón que conocí en el café, la misma que ahora se atrevía a irrumpir en nuestra noche con su actitud desafiante y sus palabras cargadas de desdén.

- Puedes estar tranquilo que no te molestaré y no me interesa hacerlo. En unos meses más, se irá mi mejor amiga y vengo a disfrutar con ella-, dijo con desdén, como si nuestras preocupaciones y sentimientos no importaran en lo más mínimo. Cada palabra suya era un golpe a mi orgullo, y me costaba contener el impulso de responderle con la misma altanería. -Lo que quería de ti ya lo obtuve y ni pienses que lo volveré a hacer, porque si le mentí a Ryan fue para alejarte de él-, continuó con desagrado, antes de acercarse a mí lentamente y susurrar en mi oído con un tono venenoso. Su aliento me heló hasta los huesos, dejando un rastro de desesperación en mi interior.

-Quise hacer oídos sordos a tus pesadillas después de aquella noche salvaje, pero cada grito y desesperación que demostraba tu cuerpo, me dijo que nunca has sido alguien bueno-, concluyó Edith, antes de soltar una risa divertida y alejarse hacia Kira con un ¡Vamos a bailar, nena! que resonó en el aire como una desafiante melodía de despedida.

Mis ojos ardían con lágrimas contenidas, y el temor se apoderaba de mí como nunca antes. Cada palabra de Edith resonaba en mi mente como un eco ominoso, dejando al descubierto mis más profundos miedos y anhelos. ¿Quién soy realmente? ¿Qué secretos oculta mi pasado? La incertidumbre me carcomía por dentro, y la necesidad de respuestas se volvía cada vez más apremiante.

La verdad, solo quiero la verdad. Quiero saber quién fui, o lo que alguna vez sentí, lo que hice, lo que viví, todo. Saber mi pasado, porque tanto misterio, y todo eso lo descubriré el día que viaje a Londres, el día que exija respuestas. Londres, la ciudad donde todo empezó, donde los recuerdos se desdibujan entre sombras y fragmentos inconexos. Me enfrentaré a mi pasado, sin importar cuán doloroso pueda ser.

Apreté los labios con fuerza y tragué saliva, intentando controlar la tormenta de emociones que me invadía. La confusión y el dolor se entrelazaban en mi mente, formando un laberinto de incertidumbre del que no podía escapar. Debía calmarme, nada sacaba con alterarme y llorar como las nenotas. Respiré hondo, tratando de encontrar la serenidad que tanto necesitaba en ese momento de turbulencia emocional.

- ¿Persona herida? ¿Alguien diferente? ¿De qué hablaba Edith? ¿Qué te dijo exactamente para que te pusieras así?- La voz de Ryan a mis espaldas me sacó de mi aturdimiento, recordándome que no estaba solo en esta lucha interna. Mierda, ¿verdad que escuchó todo? La preocupación en su tono era palpable, y sentí un nudo en la garganta al darme cuenta de que había sido testigo de mi vulnerabilidad.

- Eh... No lo sé-, respondí, encogiéndome de hombros, luchando por encontrar las palabras adecuadas. La confusión y el dolor me nublaban el pensamiento, haciendo que las respuestas se deslizaran entre mis dedos como arena fina. ¿Cómo explicarle lo inexplicable, lo indescifrable?

- No te creo, no te creo nada. Si no lo sabes, no hubieses reaccionado como lo hiciste. Quiero explicaciones, Derek-, dijo Ryan con su ceño fruncido, su tono denotaba preocupación y exigencia. Sus palabras resonaron en mi mente como un eco persistente, recordándome que no podía huir de la verdad por más tiempo. Rodé los ojos, sintiendo la presión de su mirada sobre mí, como un peso que amenazaba con aplastarme.

- No tengo nada que explicarte porque, ¡Oh! ¡Ya sé! No tengo ni la menor idea de lo que hablaba esa loca-, gruñí entre dientes, deshaciéndome del agarre de Ryan con un fuerte tirón mientras me dirigía hacia la fiesta. Mi determinación se fortaleció en ese momento, convirtiéndose en un escudo contra el dolor y la confusión. Es hora de olvidar. Era todo lo que podía hacer para mantenerme cuerdo en medio de la tormenta que se avecinaba.

Con la música estruendosa y las luces parpadeantes envolviéndonos, me sumergí en la fiesta, tratando desesperadamente de ahogar los pensamientos tormentosos que amenazaban con consumirme. A cada paso, intentaba dejar atrás las palabras de Edith y el torbellino de emociones que me abrumaba.

Ryan seguía a mi lado, su mirada llena de preocupación mientras intentaba entender lo que acababa de suceder. Me sentía culpable por arrastrarlo a esta situación, pero la sensación de necesitar respuestas eclipsaba cualquier otra consideración.

La noche avanzaba, pero mi mente estaba atrapada en un torbellino de preguntas sin respuestas. ¿Qué secretos ocultaba mi pasado en Londres? ¿Qué conexión tenía con aquellos sueños que me atormentaban?

Mientras la música retumbaba en mis oídos y las luces parpadeaban a mi alrededor, una determinación silenciosa se apoderó de mí. No importaba cuánto me costara, no importaba cuánto doliera, iba a viajar a Londres y desenterrar la verdad, aunque eso significara enfrentarme a mis peores temores y recuerdos enterrados.

El capítulo aún no había llegado a su fin. La noche seguía joven, y con ella, mi búsqueda de respuestas apenas comenzaba. La decisión estaba tomada: viajaría a Londres y enfrentaría mi pasado, sin importar las consecuencias.


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⏰ Poslední aktualizace: Feb 10 ⏰

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Dark Past (Libro 3) [En Proceso]Kde žijí příběhy. Začni objevovat