Capítulo 3

1.2K 119 4
                                    

Capítulo 3

Derek's POV

—Como te voy a extrañar, hijo—. Murmuró mamá sorbiendo su nariz en mi pecho. Hice una mueca de asco.

El momento de mis "amadas" vacaciones había llegado, y toda la familia, dejaron de hacer sus cosas para venir a despedirse de mi. Esto es muy cómico, porque pocas veces los veía y ahora, lo hacían solamente porque me iba, y no sé si tomarlo en el sentido bueno, o en el sentido malo.

—No exageres, Pilar—. Gruñó papá. Solté un suspiro y besé la cabeza de mamá antes de alejarla de mi.

No sé porqué papá siempre me rechazaba, ignoraba mi presencia y sin resentimiento, mostraba su malestar al verme o al hablar conmigo, y ahora que me iba, ni siquiera le importaba demostrar su extrema felicidad al saber que por fin, me alejaría de ellos.

Él, era una de las razones por la que siempre dudaba de mi estadía en casa, porque no tenía que decirlo, para percatarme de que no me quería. No sé que le hice, pero es frustrante no poder gritarle unas cuantas verdades en su cara.

—Derek, yo si te voy a extrañar mucho—. Murmuró mi hermano menor haciendo puchero como claro indicio, de que comenzaría a llorar.

Me puse de cuclillas para llegar a su altura, y le sonreí mientras acariciaba su mejilla con ternura. Félix, había sido lo que más amé, luego de despertar de aquella camilla.

Él me demostró que hasta la persona más pequeña, intenta sacar sonrisas en los momentos más difíciles. Era como un ángel que me brindaba paz, después de cada sueño extraño y aveces, mi pequeño hermano, dormía conmigo pensando que algún día dejaría de soñar cosas "feas" cómo él decía.

—No llores peque, porque si lo haces, yo también lo haré —Asintió inflando sus mejillas—Te quiero mucho, ¿Lo sabes verdad?—. Pregunté con ternura. Su labio tembló y comenzó a llorar.

—No quiero que sueñes cosas feas nunca más, ¿Como sabré que dejarás de hacerlo?—. Preguntó entre sollozos. Sonreí débilmente.

—Hey... Ten— Susurré entregándole mi móvil a escondidas —Guardalo, prometo que apenas consiga un trabajo para comprarme un móvil, serás al primero que llamaré, ¿Vale?—Volví a susurrar para que nadie me escuchara y besé su mejilla.

—¿Lo prometes?—. Preguntó con sus ojos esmeralda brillando más de lo normal, mientras una pequeña sonrisa se asomaba en su rostro.

—Lo prometo—. Aseguré con mis ojos repletos en lágrimas.

—Hermano...—Soltó sollozando y me abrazó —Te quiero, Derek. Extrañaré ver películas de terror contigo y jugar a la Play Station—. Murmuró desanimado. Sonreí de lado y me incorporé, tomándolo entre mis brazos.

—Yo tambien te voy a extrañar, pero ya sabes que te tendré presente siempre. Nos volveremos a ver hermanito, así que no estés triste—. Dije limpiando sus mejillas. Dejé que sus pies volvieran a tocar el suelo y desordené su cabello, para luego mirar a Danilo, mi hermano mayor.

Él, cuando recién llegué a casa, con suerte me miraba, y cada vez que lo hacía, era para gruñir de irritación ante mi presencia, pero luego de unos días, poco a poco ese cascarón de piedra que lo rodeaba se fue rompiendo y comenzó a acercarse a mí, no solo como mi hermano, si no también, como mi mejor amigo.

—Aunque me cueste admitirlo, te voy a extrañar, hijo de puta—. Murmuró mientras me envolvía en un abrazo y golpeba suavemente mi espalda con la palma de sus manos.

—Marica—. Solté divertido haciéndolo reír. Mi mamá refunfuñó entre dientes, molesta, por como nos tratábamos.

—Debes volver, eh. No te quedes pegado por allá en tus "mini vacaciones"—. Se burló haciendo comillas con sus dedos. Sonreí negando con la cabeza.

Claro estaba, de que no volvería hasta nuevo aviso, hasta recuperar completamente la memoria, reencontrarme, y saber un poco más de mi vida.

—Jodete—. Solté divertido, solté un suspiro a la vez que colocaba una mano en su hombro pegando mis ojos en los suyos— Te quiero, hermano. Mucho— Dije triste haciendo que sus ojos se llenaron de lágrimas

—Yo también te quiero, hijo de tu puta madre—Se burló soltando una carcajada y luego se giró dándome la espalda mientras restregaba sus ojos con sus manos. Estaba claro, que no quería que lo viera llorar.

Miré a mi hermana y le sonreí con tristeza, antes de ver como se acercaba con rapidez a mi cuerpo y me abrazó con fuerza logrando que retrocediera dos pasos. Trague saliva y cerré los ojos con fuerza a la vez que le devolvía el abrazo escuchando sus desesperados sollozos.

Ella, la mayor de todos los hermanos, había estado desde un principio conmigo, no podía salir del asombro al enterarme que la enfermera que cuidaba de mí, durante mi estado en coma, era mi propia hermana.

—Quiero que sepas, que te vayas dónde te vayas, siempre serás mi hermano, ¿Lo entiendes? Eres mi hermano, y siempre estaré para ti. Te quiero mucho, idiota—. Susurró con tristeza. Esta vez, no pude evitar que las lágrimas acariciaran mis mejillas con lentitud. Ella -junto con la Doctora Elizabeth-, había salvado mi vida.

—Te debo mucho hermana, y no te despidas como si no nos fuéramos a volver a ver —Sollozó con fuerza— Ya... No quiero que llores—. Murmuré pasando mi brazos por detrás de su nuca, pero, ni siquiera logré hacerlo cuando de un fuerte tirón la sacaron de mi lado.

—Alejate de ella—. Gruñó papá poniendo a mi hermana detrás de él mientras me fulminaba con la mirada.

Abrí mi boca sorprendido y mis ojos se llenaron de lágrimas, no quería discutir con él y arruinar este momento, así que, simplemente asentí tomando mis maletas.

Podía escuchar los sollozos de mamá que eran ahogados por los brazos de mi hermano, mientras que el pequeño Félix fulminaba a papá con la mirada. Me giré para irme, pero antes de hacerlo, decidí dirigirme hacia mi padre.

—Lamento molestarte con mi estadía papá, pero ahora puedes estar feliz. Por fin me voy y te dejaré de joder —Sonreí con tristeza al darme cuenta que no tenía ni siquiera intenciones, de despedirse de mi. Mi ojo derecho lagrimeo, pero rápidamente limpié la solitaria lágrima y le sonreí a los demás —Los extrañaré, familia —. Murmuré antes de emprender camino hacia las puertas del aeropuerto.

Dejaré a mi familia solo para encontrar lo que me hacia falta, no permitiría borrar de mi mente tantos recuerdos. Debo saber quién soy, y conocerme. Es momento de despedirme y seguir un nuevo camino.

Adiós Londres y voy por ti, New York.

Dark Past (Libro 3) [En Proceso]Where stories live. Discover now