Cap 80

1.4K 152 38
                                    

Dan estaba a punto de estallar en llanto en los mismos brazos de Dorian... Una parte de él se desgarraba de dolor al simplemente considerar que no lo vería más, como si su antiguo yo le gritara desde el fondo de su corazón que estaba cometiendo un terrible error. Agarró su propio pecho con fuerza como si con eso el dolor fuera aparar pero evidentemente fue un gesto inútil.

-Dan...- Dorian lo observó detenidamente, podía ver el dolor en su mirada y sentir el ligero temblor en su cuerpo. Lo separó un poco de él para que lo mirara a la cara, le limpió un par de lágrimas que ya se escapaban y le sonrió con tristeza.- Yo te quiero... con todo mi corazón, pero no creo que estés tomando la decisión acertada.- Cerró los ojos un segundo mientras tomaba aire.- Tanto tú como yo tenemos muchos años más por vivir... y en todos los que ya llevamos hemos aprendido que la vida de los humanos es efímera, todos morirán tarde o temprano a nuestro alrededor.- Acarició su mejilla.- Pero por eso mismo hay que saber aprovechar esos momentos, más si son personas que apreciamos.- Se acercó para besarlo superficialmente en los labios notando la calidez de su respiración.- Yo no he tenido suerte en la vida, muy pocas veces he llegado a amar a alguien y siempre me han separado de esas personas, hasta ahora.- Volvió a distanciarse mientras Dan lo miraba atónito.- Vayamos a buscar a Cóndor antes de que sea tarde... Aún lo amas, es muy fácil de ver y sé que te arrepentirás si no lo haces, es uno de los grandes amores de tu larga vida.- Le sonrió cálidamente.

Dan se limpió las lágrimas al igual que se frotó la nariz... Dorian era increíble, tenía razones de sobra para amarlo. En su interior podía sentir una humareda de diferentes colores mezclándose, sus sentimientos se iban volviendo más claros, como si hubieran estado compitiendo todo el rato para ver quien dominaba en su cabeza... Se sentía mucho más tranquilo.

-Pero... ¿A ti no te importa?- Lo miró, compartir a un amante no debía ser precisamente agradable.

-Dan... por supuesto que no, yo solo quiero que seas feliz... al igual que él, tenemos eso en común.- se rió ligeramente y tomó su mano.- Si no nos apresuramos lo perderemos y ya sabes la maldita habilidad que tiene para hacer eso...

Ambos corrieron por delante de las puertas del motel buscando a Cóndor con la mirada cargada de una mezcla de esperanza y desesperación conforme avanzaban, no lo encontraban... y cuando llegaron a la entrada las noticias no mejoraban, simplemente no estaba, era como si se hubiera desvanecido... demasiado tarde.



Un mes más tarde.


Los pasillos del hospital estaban tranquilos, los pacientes descansaban y el personal estaba relajado... Solo eran importunados cuando los policías de turno acudían para interrogar al único proveedor de información del caso. Pero aún no, así que se respiraba tranquilidad en el lugar.

Unas enfermeras de guardia charlaban animadamente sobre algún asunto trivial mientras estaban sentadas detrás del mostrador, vestidas de blanco y con una sonrisa en la cara dispuestas a ayudar en cualquier momento... Aún sonrieron más cuando notaron que se dirigía hacia ellas un hombre atractivo para variar. No tardaron en analizarlo entre susurros mientras se acercaba a ellas, catalogándolo como un "Clase S".

-¿En qué puedo ayudarle?- se levantó una de ellas rápidamente con una sonrisa bien amplia para tomar la ventaja.

-Ah... Hola, busco a Hans....Becker, soy un amigo suyo.- Hacía apenas dos días que se había enterado de su apellido.

-Oh, lo siento pero ahora mismo no puede recibir visitas... es un asunto complicado.- La enfermera lo miró atentamente pero se adelantó a sus palabras mientras se humedecía los labios.- Aunque... quizás pueda dejarle unos minutos con él, no ha recibido más visitas a parte de la policía así que podría ser bueno para la rehabilitación del señor Becker, ¿cierto?- miró a su compañera de forma cómplice.

Averno (yaoi)Where stories live. Discover now