Confía en mí.

Capítulo 15.

Capítulo 15.

Cuando me desperté, bocabajo en mi cama, con mis manos debajo de la almohada, maldije la claridad que entraba en mi habitación, quise levantarme y bajar la persiana del todo, pero solo pensar que tenía que salir de la cama, me cansaba.

Hace dos semanas, después de probarme toda aquella cantidad de ropa, estuve reorganizando el armario.

En realidad estuve intentando ignorar a Justin toda la tarde, pero cuando me acosté en mi cama y cogí el móvil para hablar con Alex que se había ido, no pude librarme.

Hablamos poco, porque yo me moría de sueño, y él me dio sus buenas noches como hace poco, se había vuelto una costumbre.

Me di la vuelta en la cama, saqué una pierna y la apoyé en el suelo, me levanté y bajé un poco más la persiana, dejando solo una raya abierta.

Me tumbé de nuevo y me tapé otra vez.

Desde que nos habíamos dejado de hablar aquel día porque eso de que le pregunten cosas le parece irritiante no he vuelto a hacer hincapié sobre qué más hace a parte de trabajar.

No he hecho hincapié, pero tengo una curiosidad increíble.

¿Qué hará Justin sus días libres?

¿Tendrá novia? No, no creo.

¿Cuántos amigos tendrá?

¿Vivirá solo o con sus padres?

¿Tendrá hermanos?

¿Cuál es su hobbie?

Todas esas preguntas atacaban a mi mente cada vez que pensaba en él. Quería saber más y él no me dejaba. ¿Por qué no?

"Joder, Dani. Eres una jodida máquina de preguntas."

Creo que tenía razón. Me eché a reír al darme cuenta la cantidad de preguntas que venían a mi mente y lo irritantes que le parecerían a Justin.

Encendí mi tele y la miré, sin prestar atención a la programación. Miré el reloj. Las 12.

Es domingo, y los domingos apestan. ¿Qué puedo hacer?

Estudiar. Debería estudiar si quiero entrar en la universidad a tiempo.

Me levanté de la cama con cuidado de no caerme y subí la persiana hasta arriba, aparté las cortinas y abrí las ventanas, eché todas las mantas hacia atrás, cogí mi móvil y salí de la habitación cerrando la puerta.

Bajé las escaleras y entré en la cocina, mi madre estaba cocinando y mi padre sentado por la parte de fuera de la barra americana.

-Buenos días.-Sonreí y le di un beso a cada uno.

-Buenos días.- Mi padre me sonrió y mi madre movió la cuchara que tenía en la mano, saludándome.

-¿Vas a salir hoy?

-Voy a estudiar hoy.

-Cierto, ¿quieres entrar este año en la universidad?

-Sí, tengo que estudiar mucho.-Cogí una magdalena del bol de la comida de desayuno. 

Tengo que decirles que le he pedido ayuda a Justin para estudiar, o más bien, que él mismo se ofreció a hacerlo.

-Por cierto, Justin...

-¿Quién es Justin?-Mi padre preguntó curioso.

-Es su fisio, Will.

Asentí dámdole la razón a mi madre y seguí hablando.