j u n i o .

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e impregnaba mis pulmones de humo

y mis arterias de sangre alcoholizada 

entonces la combustión y el calor,

me quemaban. 

ya ves tú,

mi rutina diaria...

mi triste y patética rutina

donde la llama que me mantenía 

con vida o en otras palabras;

la que me hacía sentir menos muerta

o tal vez más humana,

era la que encendía al consumir mis cigarrillos


pero entonces, 

llegaste tú,

un huracán de emociones que a su paso,

lo incendiaba todo (lo malo),

arrasaba con los horribles recuerdos que me invadían,

arrasaba con mi rutina,

evaporaba mis lágrimas

y hacía con ellas, 

nubes de vida,

nubes de besos, nubes de amor,

nubes de ella, nubes de nosotras. 


y cuando quise darme cuenta,

me encontraba en el paraíso

y no podía escapar

y tampoco quería hacerlo, joder.


¿estaba enamorada?

q u i n c e .Donde viven las historias. Descúbrelo ahora