Capítulo 25. E.R.I.B.S.

Comenzar desde el principio
                                    

Con esfuerzo se arrodilló de espaldas a lo que era, en conjunto, su mejor oportunidad y a tientas localizó el punto más afilado y lo hincó con fuerza en la cuerda, comenzando a moverse para cortar sus ataduras. Cada cierto tiempo revisaba si la cuerda comenzaba a ceder. Un fino hilo de líquido caliente y viscoso rodó por su mano. Las cuerdas empezaban a cortar sus muñecas.

Comprobó una vez más y notó que la cuerda se sentía más floja en su agarre, forcejeó un poco para tratar de reventarla, pero fue en vano. Siguió insistiendo con fuerza y desespero; los músculos le dolían, pero intentaba ignorar el dolor que estaba sintiendo. Su rodilla le preocupaba, el dolor comenzaba a subir por el muslo y parecía irse adueñando de toda la pierna mientras más tiempo transcurría. Su mente seguía firme pensando en su mamá y en sus amigos, y en como ella, adolorida, golpeada y encerrada, era la mejor oportunidad para rescatar a su mamá. Una idea loca, y nada sensata la cruzó: «Llegado el momento, intercambiaré mi vida por la de mi mamá, y ella podrá proteger a Sai y a Val». Sin embargo, no logró profundizar en esta declaración porque sintió un pequeño chasquido cuando la cuerda se agrietó lo suficiente; aplicó toda la fuerza que pudo y logró reventarla.

Lo primero que hizo fue quitarse la venda de la cara. El paño mugriento y lleno de sangre cayó al piso, y casi pudo sentir la circulación regularizándose en aquellos vasos donde la venda estaba apretada con fuerza. Solo podía abrir por completo un ojo, el otro, aquel donde Markus le había golpeado estaba hinchado y apenas lograba abrirlo, no sin dolor. No podía ver muy bien en la penumbra, pero se atrevió a pensar que las cortadas de su muñeca no eran tan profundas, o por lo menos, eso esperaba.

Con las manos libres, se apresuró a concentrar su energía para liberar las cuerdas de sus pies, no había podido intentarlo porque necesitaba de sus manos para encaminar sus olas energéticas en cortes precisos sobre las cuerdas. No pudo evitar sentir su pecho apretado al recordar todas las prácticas que tuvo con Ythan y lo mucho que había avanzado, pero se sintió ahogada al pensar que después de esto, si salía con vida, si conseguía a su mamá, ya no lo podría ver más.

Samantha sabía que las acciones de ese día dejaban muy claro las intenciones de André, y sobre todo lo que estaba dispuesto a hacer para lograrlo. «Tengo que huir» pensó. Pero no huir de aquella habitación, sino de la vida que tenía. Si quería mantenerlos a salvo debía alejarse de ellos. Esa comprensión golpeó a Samantha más fuerte de lo que había hecho el accidente. Su cabeza volvió a girar con rapidez y violencia, mareándola. Por primera vez en tanto tiempo entendió por qué su mamá había atado sus poderes, por que se había empeñado en mantenerla oculta. Entender eso solo amplió el dolor en su pecho ante el vació del destino de Thaly.

Se sostuvo de una pared para tomar un poco de aire y volver a recobrar la compostura. «Lo primero es salir de aquí», se dijo; «lo segundo es buscar a mi mamá», continuó; «lo tercero es buscar un lugar seguro».

Samantha tenía mucha ansiedad y no podía estructurar un plan por completo. Aunque eso no importaba mucho pues cuando se reuniera con su mamá, aquella querría tomar la rienda de la situación. «Lo primero: Salir de aquí» se repitió una y otra vez mientras pasaba su vista por la habitación buscando cualquier cosa que pudiera ayudarla.

Examinó la puerta. Invocó su energía hacia los goznes pero no se movió ni un centímetro. Con energía empujó tanto como se atrevió pero por alguna razón la puerta parecía inmune. Puso sus manos sobre la superficie corrugada y fría.

«¿Corrugada?». Examinó con sus manos las hendiduras que estaban talladas y notó que tenían líneas, patrones y siluetas, y no parecían al azar. «Runas»— pensó. Habían dibujado runas en la puerta. Samantha podía apostar lo poco que tenía que la energía no funcionaría con ella, que en su interior habían piedras diseñadas para energéticos; y quizás uno menos detallista gastaría toda su energía tratando de abrirla. Se dio vuelta y continuó examinando la habitación.

Gemas de Poder: Sobrevivir Con PoderesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora