Capítulo 15. Tour de Bienvenida

356 45 48
                                    



La despedida fue dura. Thaly, Enrique y Sai fueron los que no lloraron, aunque a Thaly se le quebró la voz cuando abrazó a Val. La familia los había llevado hasta el orfanato y Elia había inspeccionado el cuarto de los hermanos, tomando nota mental de las cosas que necesitaban. Los muchachos habían llegado con una maleta cada uno, con todas las cosas que en ese tiempo les habían comprado y regalado. Enrique, por su parte, les entregó un televisor pequeño solo para ellos y los hizo jurar que si algún día necesitaban algo lo pedirían sin vergüenza. Antes de irse notó que necesitarían un mueble más grande para guardar sus nuevas pertenencias.

Samantha miraba con alarma las condiciones del orfanato, sus amigos eran reyes comparados con muchos. Ellos tenían un cuarto privado para los dos, aunque pequeño, muchos solo compartían un minúsculo cubículo entre varios. Horrorizada Samantha pensó que eso parecía más una cárcel que un orfanato y en más de una oportunidad se quedó rezagada solo para secarse las lágrimas sin que los demás notaran.

Elia habló con todos los supervisores del Orfanato, y dejó muy claro que tenía buenas conexiones entre La Asamblea, sin indicar que se trataba de La Asamblea Energética, y que si algo le pasaba a los «niños», se la tendrían que ver con ella y eso era suficiente. Casi al final del recorrido se encontró con Roberta, una antigua compañera de clases. Se apartaron para ponerse al día y las dos amigas terminaron secándose las lágrimas.

Thaly aprovechó para escaparse a las oficinas administrativas, había varios asuntos que debía atender allí. Cuando ya estaba cerca la hora de irse, Samantha se abalanzó sobre ambos amigos y le dedicó un gran abrazo que respondieron con el mismo cariño.

—Los voy a extrañar. Ahora nuestro cuarto se me hará muy grande y vacío sin ustedes

—Nosotros también te extrañaremos pero mañana nos veremos— Val se sorbió la nariz.

—Tu cuarto será del mismo tamaño de siempre—dijo Sai dándole un fuerte abrazo.

—Es nuestro cuarto —sentenció Samantha con una mirada seria que impidió que los amigos le llevaran la contraria.

* * *

Samantha apresuró a su mamá para salir más temprano que nunca de casa, no porque estuviera emocionada de volver a la universidad, ya que significaba volver a su angustia por Markus y los Bullkens que lo acompañaban siempre; sino porque quería ver a sus amigos, incluso con todo lo confuso que estaba pasado entre ella y Sai.

Cuando llegó a la universidad buscó a sus amigos con la mirada pero se encontró con Ythan, que estaba sentado a unos pasos de ella y el estómago le dio un leve vuelco de ansiedad. Recordó que lo había dejado a un lado, no se habían comunicado durante las vacaciones y lo que sintió por él ya no tenia lugar, o al menos eso creía. El cabello de él había crecido y sus mechones negros se escapaban con más facilidad fuera de la capucha. Escuchaba música fuerte y meneaba la cabeza al compás. Estaba concentrado en su lectura pero eso no impidió que Samantha, con paso firme, se dirigiera hacia él y se tumbara su lado.

—Estás viva —le dijo apenas mirándola. Se había quitado los audífonos y los dejó colgando sobre su pecho. Se escuchaba a Nikelback sonando de fondo.

—Sí, sobreviví —puntualizó ella en el mismo tono—No volviste a llamar después de aquel día.

—Si lo hice, tu mamá me dijo que habías despertado —precisó marcando la hoja de su libro y cerrándolo—.¿Para qué otra cosa tendría que haber llamado?

—Pues pudimos haber salido en las vacaciones —respondió irritada.

—¿Me estás invitando a salir? —dijo en tono de burla levantando una ceja.

Gemas de Poder: Sobrevivir Con PoderesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora