Capítulo 1

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—¡Ya basta Zaia, no todo gira en torno a ti!—Gritó mi hermano pequeño, mientras peleaba conmigo el control de la televisión.

—¡Yo también tengo derecho a ver programas!—Me defendí.

—¡Ya basta con sus gritos, carajo! —Llevábamos toda la mañana gritando y discutiendo sobre quien tendría el control remoto, sobre que programas ver... Está más que claro que mamá ya estaba harta de escucharnos.


—¡Pero mamá...

—¡Mamá nada, Zaia!— interrumpió.— ¡Pareces una niña discutiendo con Ken, si no quieres ver lo mismo que el no lo molestes! ¡Madura, ya tienes 18 años!

—¡Como siempre: Ken es más pequeño, Ken necesita más cuidados, Ken ésto, Ken lo otro! ¡Me tienes harta, carajo! —Esta mujer definitivamente sobrepasa mis límites.

—¡No me hables así muchachita, soy tu madre! Tu decides: te callas y dejas a tu hermano ver televisión o te callas y te pones a ordenar tu cuarto, ya.

—Ay, está bien. Me callo. —Hice una seña de haber sellado mi boca con un candado y lanzado lejos la llave.— ¡Pero que no ponga esas cosas para niños de 1 año!

—¡Pues prefiero ver series animadas que esos estúpidos programas y realitys que miras tu!— Se defendió mi hermano.

—¡Cállese que nadie le preguntó! Dame el control remoto, ¡ya!

Entonces tomé el control remoto y me dispuse a cambiar los canales, para ver si encontraba algo que, por suerte, lograba ver en paz con Ken, el fútbol.

—Aburrido, aburrido, ab...

«¡Goooooooooooooool! ¡Señoras y señores, esta es la magia de Marc Bartra! ¡Este golazo no podía ser de otro, más que del defensa nacido en España!» Se escuchó la voz del narrador y tuve que obligarme a bajar el volumen del televisor.

—¿Que ray...— ¿Como puede ese hombre, Marc Bartra ser tan lindo? Carajo, debería ser pecado tener esos ojos, ese porte... Mirarlo debería ser un delito. ¿Como es que nunca había oído hablar sobre él? Se veía tan sexy haciendo ese remate. Fácilmente podría ser uno de los 10 hombres más guapos del mundo. Es tan tremendamente lindo, no lo voy a superar nunca...

—¿Lo viste, lo viste?— Preguntó entusiasmado mi pequeño hermano.

—Dios... ¿Que si lo vi? A partir de hoy veré a ese hombre todas las noches, en mis sueños más hermosos...

—¡El gol, tonta! ¡Uy, alguien se quedó embelesada con Bartra!— Me molestó Ken.

—Si, si.—Asentí.— ¿Que cosa? No, sólo pienso que es muy lindo. ¡Ya déjame! Sigamos viendo este partido.— Me defendí.

«No quieres ver el partido, lo quieres ver a él» me decía mi voz interior... Y la verdad es que si, lo que me interesaba era ver a ese futbolista en específico, a Marc.

El Cielo En Sus Ojos (Marc Bartra) Where stories live. Discover now