Capitulo 26: "Siempre todos están tan serios, y arrugan sus frentes demasiado."

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- ¿Sucedió algo? - Pregunté rápidamente.

- No importa, tranquilo. Te llevaremos a la casa de la madre de Maddie y le avisaremos a tu hermano que pase por ahí, debemos ir a solucionar un asunto. - Me respondió Calum, se notaba qué le era difícil hablar.

- Yo los llevo, nos encontramos allí, ¿de acuerdo? - Esta vez él se dirigía a su padre. Este asintió.

Llegamos a la casa de esta señora, era muy amable pero también se estaba comportando muy raro. Cuando Calum nos dejó, la mujer nos llevó a la cocina con unos bocadillos mientras él hablaba con ella, lamentablemente no logré escuchar nada.

Después de unos minutos la dueña de la casa se nos acercó con una sonrisa forzada y nos preguntó si nos gustaría ver algo en la televisión para pasar el rato, yo solo quería saber que estaba pasando pero al negarse a responder, me conformé con leer un libro. Lucy, en cambio, amplió su sonrisa y le contestó afirmativamente. Ella siempre sabía cómo complacer a los mayores, algo como un "encanto natural", yo nunca fui muy así. Intentaba concentrarme en mi libro, pero Lucy se mantenía inquieta, sabía que algo extraño estaba sucediendo; me ansiaba no poder responderle nada que le conformara. Me ansiaba no saber lo que estaba pasando, empecé a mover mis dedos entre ellos: presionando fuertemente, y soltando hasta que doliera un poco pero sin llegar a lastimarme; aún así no lograba tranquilizarme.

Lucy's POV:

Todo estaba raro. Maddie no estaba y Calum no estaba y Max estaba raro. Pregunté qué estaba pasando pero nadie quiso decirme. Nos estábamos quedando con una mujer, ella había dicho su nombre, era gracioso y se parecía a una fruta pero me lo olvidé de todas formas. Ella era linda con nosotros, hasta nos ofreció un poco de torta para merendar, pero podías verla preocupada, su frente se arrugaba como cuando Frank discutía con mamá, sus ojos estaban vidriosos y caminaba de un lado y saltaba cada vez qué sonaba su celular. Frank seguía sin venirnos a buscar pero no entendía porque. Seguro estaba con Caroline, parecían muy amigos la vez que los vi juntos.

Max intentaba leer un libro, pero seguía en la misma página desde que Calum nos dejó acá. Eso nunca había pasado. A Max le gustaba mucho leer sus libros, y siempre lo hacía muy rápido, incluso me estaba enseñando a leer, era muy divertido. Me le acerqué .

- Maxxie... ¿Puedo preguntarte algo?

-Ya lo hiciste. - Me respondió seriamente sin mover la vista de su libro.

-¿Dónde está Frank?

-No lo se.

-Pero va a volver a buscarnos, ¿o no?

-Eso espero.

-¿Y quién es esa mujer? - Le pregunté curiosa.

-La madre de Maddie.

-¿Y por qué no nos cuida Maddie? - Ahí todo empezó a tener sentido - Es porque me comí su muffin, ¿verdad?

-No no no, tranquila, no es tu culpa. - Sonrió, pero no logró convencerme.

-Tengo una idea. Ahora vengo.

-Me dirigí hacia el sofá de la sala donde estaba sentada la mujer qué nos cuidaba, y la tome de la mano para llamar su atención. Parecía bastante perdida.

-Emm... mamá de Maddie, ¿Podríamos hacer algo para ella?

-¿Qué se te ocurre, linda?

-Me gustaría cocinarle unos muffins a Maddie, harán que se sienta mejor y así podremos quedarnos con ella más tiempo. - Le conté mi plan. Y la hice sonreír. Me encantaba cuando lograba formar sonrisas en las personas, me sentía poderosa. Siempre todos están tan serios, y arrugan sus frentes demasiado.

-Me parece una idea brillante. Sabes, creo tener todo lo necesario. Ven conmigo a la cocina.

Frank's POV:

Logré estacionarme frente a la casa que se encontraba en la dirección qué Maddie me había mandado, pero no podía moverme. Mi corazón latía muy rápido y mis manos sudaban, me costaba respirar, sentía qué algo muy pesado se apoyaba en mí pecho con el único propósito de desesperarme. No era la primera vez que algo así me pasaba, por lo que ya sabía exactamente qué debía hacer. Inhalé lentamente, sostuve el aire por unos segundos y luego lentamente lo solté. Me concentré en mí respiración por unos minutos hasta que ya logré hacerlo más fácilmente. Tomé un poco de agua, ya qué sentía una gran sequedad en mi boca. Finalmente observé mi rostro en el espejo, por lo que pude notar que mis ojos eran lo único con algo de color en este, lo rojizo de tanto llanto resaltaba en lo pálida que mi piel se encontraba. Me mojé las manos y rápidamente intenté refrescar mi cara.

Cuando ya pude moverme con facilidad, agarré mi abrigo y me dirigí a la casa lo más ágil que mi cuerpo me lo permitía. No demoró más de unos segundos en salir una mujer en un delantal, luego de que ya hubiera tocado el timbre. Saludé y le pregunté por los chicos. Me invitó a pasar y acepté por cordialidad. Los dos se encontraban sucios de harina comiendo unos muffins de color azul, me hicieron sonreír después de lo que habían parecido siglos. 

Holitas!!! Esperamos que les haya gustado este capitulo. Y si no les parece una perdida de tiempo pueden comentarnos que piensan que pasará en el próximo capítulo , cual es su personaje preferido o mierdas como esas. Pueden votar (es gratis) y si tienen amigos que sepan leer también pueden recomendar la novela. Los quiero, jódanse, adios.

·Sofi·

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