Zodiac. | OneShot's.

Soap. | ♀EscorpioxLeo♂

- En serio, ella me encanta. Es tan. . . Ah, simplemente es perfecta. -Hablaba Leo, con una sonrisa estúpida en su pálido rostro.

- Se nota qué te gusta, no por nada hablarías así de ella. -Habló Escorpio, fingiendo una sonrisa.- Puedes conquistarla, no te vayas a dar por vencido.

Acabo de recordar algo,
Que dejé el grifo abierto.
Ahora mis palabras están llenando la tina.

El rubio llegó con lagrimas en sus ojos. La castaña se sorprendió, era primera vez qué veía así a su león preferido.

- ¿Qué te pasó, idiota? -Preguntó la escorpiona, elevando una ceja.

- ¡Ella me fue infiel! -Exclamó el león, limpiando sus lagrimas con la manga de su sudadera.

Querido, sólo te empapas a ti mismo.

- Aléjate de Leo. -Habló la escorpioana, mirando con odio a una detestable rubia.

- ¿Qué? ¿Me estás pidiendo un favor? -Preguntó incrédula, posando una mano en su cintura.

- No te estoy pidiendo ningún favor. Es una orden, maldita zorra. -La castaña tomó a la rubia por el cabello, jalándolo.- Vete.

La rubia sólo se quejaba.

Pero sé que saldrás en un minuto.

- Todas las chicas se me alejan. Es extraño. . . -Comentó un desanimado rubio.

- ¿Y eso te importa demasiado? Me tienes a mi. -Respondió la castaña, jugando con sus manos.

Te das cuenta que todos tus dedos están podados.

- Ella es linda. Me atrae un poco, ¡Pero sólo un poco! -Exclamó el rubio, su sonrisa había vuelto.

- ¿Virgo? Es muy linda. . . -Respondió la escorpiana, ahora ella era la desanimada.- Nos vemos después.

La rabia la consumía.

Me cansé de mantener el agua caliente, intentando ser delicada.

La castaña abrazó el brazo del rubio. Ambos caminaban por el centro comercial.

- Déjame bajo tu piel. -Susurró tan bajo, qué no llegó a los oídos del rubio.- O..Oye, Leo.

El rubio miró con una ceja enarcada a su Mejor Amiga.

- Dime, linda. -Ese apodo provocó un rubor en las mejillas de la castaña.

- Hay una chica qué gusta de ti. -Habló la escorpiana.

- ¿En serio? ¿Y cómo es?

- Es castaña. De estatura baja. Tez color canela. Mirada esmeralda. Delgada. Y su nombre empieza con "E".

Uh, allá va, dije mucho, se sobre inundó
Porque siempre me derramo.

- ¡Leo! Te preparé una galletas, son de tus favoritas. -Dijo la castaña, acercándose al rubio con una bolsita de tela rosa, amarrada con una cinta de moño rojo.

El rubio aceptó gustoso las galletas.

Lo siento salir de mi garganta.

- Leo. Me gustas mucho. -Susurró la castaña, se encontraba muy cerca de los labios del rubio.

- ¿Qué?

Debería lavar mi boca con jabón.

- Escorpio, lo siento. Me gusta otra chica. -Respondió el rubio, algo apenado por rechazar a la castaña.

Dios, desearía nunca haber hablado.

- ¡Leo! ¡Tú no entiendes! ¡Me hablas de tus amores, y no te toman en cuenta! ¡Yo te amo! ¡Me haces daño hablando de ellas! -Exclamó una furiosa castaña.

Debería lavar mi boca con jabón.

- Escorpio. . . ¿Por qué le dijiste a Virgo qué le fui infiel? -Preguntó el blondo, exigiendo respuestas.

Creo qué me metí en problemas.

- ¿Sigues sin entender? Idiota. -Respondió la castaña, cruzándose de brazos.

Entonces lleno la tina con burbujas.

- Virgo se alejó de mi. . . No quiere verme. Libra tampoco, ni tampoco Aries. -Dijo el rubio, frunciendo el ceño.

Alejé todas las toallas.

- Escorpio. No quiero lastimarte con falsas ilusiones, pero no me gustas. Sólo te veo cómo una Amiga.

Nunca debí decir la palabra "Amor".

- Maldita zorra. -Musitó la castaña, enterrando un cadáver en el patio trasero de su casa.

Tiré una tostadora en la tina.

- ¡Leo! Compré unas playeras para nosotros. -Comentó con alegría la castaña.

Estoy cansada de tantos juegos.

- Escorpio, no te enojes. Por favor.

Me cansé de mantener el agua caliente, intentando ser delicada.

La escorpiana abrazó por la cintura al león. Fue correspondido aquél afecto fisico

Déjame bajo tu piel.

- Leo, te amo un montón. No sabes cuantas noches no he dormido, sólo pensando en cómo poder confesarme. -

Uh, allá va. Dije mucho, se sobre inundó
Porque siempre me derramo.

- ¡Escorpio! Te quier mucho, pero no quiere una relación contigo. Lo siento. Me gusta otra chica.

Lo siento salir de mi garganta.

La escorpiana tomó un montó de pastillas en su mano. Comenzó a ingresarlas dentro de su boca, para luego beber un vaso de agua. Se encontraba desnuda en el baño.

Debería lavar mi boca con jabón.

La de melena castaña se metió en la tina. El agua estaba a una temperatura perfecta para ella. Veía todo borroso. Sentía que todo daba vueltas

Dios, desearía nunca haber hablado.

Sus ojos se comenzaron a cerrar, y su cuerpo iba siendo cada vez más tapado por el agua.

Debería lavar mi boca con jabón.

El cadáver de la castaña fue encontrado por su madre. Ella se había ahogado.

Se pensó que había sido un accidente. Pero, Leo sabía que no era así. La muerte de Escorpio fue por su culpa al final.