El barman que se quedó al tanto hasta que el coche de mi ex arrancó se acercó a mi con mucha tranquilidad, lo cual fue un gesto que agradecí y que de alguna forma me derritió un poco. Se puso en cuclillas para quedar a mi nivel y con una voz serena preguntó si estaba bien, ante lo cual solo pude agradecer, ninguna palabra o frase me pareció más apropiada que un "gracias".
Lo miré por unos segundos a los ojos, nos miramos en silencio y me sentí segura.
También agotada y agobiada por no saber a dónde ir. Buen problema en el que me había metido.
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POLY
ChickLitPoly y Hunter no tenían nada en común, quizá lo único que tenían en común era que se encontraron en el momento en que más se necesitaban. Así inician las grandes historias, estando en el lugar e instante preciso, encontrando eso que ni siquiera bus...