Epílogo

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El hospital, un lugar que para muchos es horrible; por la muerte, desespero, dolor, etc. Pero también es un lugar de dónde puede llegar el milagro de la vida; algo que ustedes entienden, ¿No?

Yellow estaba sentada en la sala de espera, mientras apretaba sus propias manos por el desespero, el olor a medicinas la estaba mareando, y sin decir el miedo que tenía en esos momentos.

Desde ahí podía escuchar los gritos de dolor de parte de su Blue, mientras daba a luz lo que iba a ser su hijo o hija. Además de ella; a su lado estaba la mayor de las Diamond's, White. Quién a escuchar que Blue estaba en trabajo de parto, fue de inmediato al hospital correspondiente, ya que quería conocer a "sobrino/a".

— Calma Yellow, Blue no va a morir o algo parecido —trató de tranquilizar White a su igual, ya que se estaba hartando del constante zapateo que hacía; un "tac" muy seguido.

— ¿Cómo quieres qué me tranquilice, si tú sabes muy bien los riesgos que puede haber? —preguntó desesperada.

— Yo solo digo qué, Blue estará bien...

— Tome, my Diamond —habló una chica pálida con cabello melocotón, ojos azules, piel blana y con un vestido del mismo color; mientras le daba un café que compró en el mismo lugar.

— Gracias Perla.

— Tome igual, my Diamond —le imitó la rubia.

— Gracias —tomó el vaso, pero por todo el tiempo que pasó, pero nunca bebió más de un sorbo.

Las horas pasaron, hasta que por fin el partero encargado de Blue, salió de las grandes puertas junto a sus enfermeras, mientras se quitaba los guantes; pero lo que más asustó o alarmó a Yellow, fue el hecho de que dicho objeto estaba cubierto de sangre.

— Bueno... —comenzó a hablar, dejando notar el cansancio en sus ojos y voz— el parto tuvo una que otras dificultades, pero por suerte todo salió de maravilla —anunció mostrando una sonrisa algo forzada.

Yellow soltó todo el aire retenido en sus pulmones, ya estaba más tranquila a saber que Blue y su retoño estaban a salvo.

— La señorita Diamond dio a luz una saludable bebita.

— ¿Dónde se encuentra ahora? —preguntó Yellow, se notaba su emoción a kilómetros y trataba ocultarlo sonando serena.

— Su pareja se encuentra en su habitación descansando, y su hija se la llevaron a tomarle unos chequeos, pronto la traerán.

— ¿Podemos ver a Blue?

— Claro...

— Yo paso en un rato —avisó White, quién ahora se encontraba sentada en una banca de 4 personas, y a sus lados estaban las 3 perlas; Perla White, Perla Yellow y Perla Blue.

Yellow simplemente asintió y camino hacia la habitación dónde trasladaron a Blue. A entrar, lo primero que ve son las blancas paredes del hospital privado, la casi extensa habitación y la cama típica de un hospital. Recostada en ésta se encontraba Blue, quién estaba durmiendo.

La rubia se acercó rápido hacia ella y cuándo estuvo en una distancia prudente, acarició los albinos cabellos.

— Hiciste un buen trabajo... —murmuró mientras se inclinaba hacia ella y le depositaba un pequeño beso en la frente pálida de Blue.

— ¿Mmm? —gruño bajito la ya nombrada al momento de despertarse.

— ¿Te desperté?, perdón.

— Yellow... n-no importa... —le restó importancia mientras trataba de recordar lo que paso; posó su mano en su vientre, notando que estaba plano— ¿Dónde está?, ya...

Te quiero aunque sea orgullosa (BellowDiamond)Opowieści tętniące życiem. Odkryj je teraz