Capitulo V: Mala jugada.

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La mañana siguiente no tardó en llegar, los rayos de luz ya estaban colados en todas las habitaciones de la gigantesca mansión desde hace más de dos horas. Pero las únicas habitantes del gigantesco hogar aún no despertaban.

La luz comenzó a posarse en una cabellera albina, luego fue bajando como si estuviera examinando su cuerpo, éste estaba lleno de moretones y chupones -y más de estos último en el cuello-, estaba de espalda a su amante y ésta misma le abrazaba de la cintura, su espalda estaba descubierta y se podía notar muchos rasguños de las uñas largas de Blue.

Con esto ya estaba más que claro la noche agitada que tuvieron, y aunque no lo crean, las últimas palabras de Yellow fueron estas...

Después de haber ocurrido todo lo necesario, ambas adultas estaban acostadas en la cama, la más baja en el pecho de la rubia, tenían la respiración muy agitada y el sueño las dominaban.

— Buenas noches Yellow —dijo ya literalmente durmiendo.

— Buenas noches Blue... te amo... —murmuró esto último sin pensarlo y también que sin saber qué, Blue lo oyó antes de caer en un sueño profundo.

La primera en ir despertando fue Blue; estaba desorientada, no tenía muchos recuerdo de lo que pasó anoche, y éstos mismos llegaron de golpe provocándole un ligero dolor de cabeza.

Yellow despertó tan solo unos segundos después, y al igual que Blue, estaba desorientada, y más que su contraria; trató de moverse cuando sintió algo que ella misma estaba abrazando, bajo la mirada rápidamente encontrándose con la de Blue, pero ésta está pensativa; de manera inconsciente sonrió y volvió a abrazar a Blue más fuerte -pero sin asfixiarla o lastimarla- con la mente llena de los recuerdo de anoche.

Blue a sentir que algo la atrapaba se asustó de inmediato tratándose de apartar, pero un dolor recorrió su cuerpo de imprevisto, dejando de forzar, y con eso notó que la qué la abrazaba era Yellow, tranquilizándola.

Yellow vio la mueca de dolor de parte de su Blue -y ahora si era completamente suya-

— Creo que fui algo brusca contigo —comentó soltando una muy baja risa.

— Tú... yo... anoche... —trató de hablar Blue indirectamente, sus mejillas volvieron a estar rojas.

— Lo sé, Blue —respondió volviendo a abrazar a su albina.

Esta misma no se negó e incluso respondió la muestra de afecto, pero había algo dentro de ella, que le preocupaba y afectaba.

— Pero si nosotras no somos... nada... además de... amigas —comentó con lamento, e hizo todo su esfuerzo para no demostrarlo.

Esas palabras hicieron como un Clic en su mente, era cierto, no eran algo que sea más allá de mejores amigas, y aunque no lo acepté, ella quiere ir al siguiente paso.

— Creo que tienes razón —murmuró decepcionada, se sentó en la cama cubriéndose con una las sábanas delgadas.

— ¿A dónde vas? —le pregunta Blue imitándola, solo que en vez de levantarse se queda sentada cubriendo sus senos con el edredón.

— Debo irme, volveré a verte más tarde —buscó su ropa que estaba tirada por el suelo cerca de la cama, se vistió y sin previo aviso le dio un beso a Blue y se fue del cuarto y casa.

La albina se sintió tan dolida, tanto que pequeñas lágrimas bajaron por su mejilla, ¿Cómo vería a los ojos a Yellow ahora?

Se levantó -o al menos intentó- de la cama, todo su cuerpo dolía, y en especial en la parte baja de su cadera; la cobija se cayó dejando a vista más chupetones, como en las piernas, clavícula, pechos, etc.

Buscando equilibrio con la pared logró llegar a su baño, dentro de ésta había un espejo cuerpo completo, se paró afrente de éste viendo las marcas de tamaño de la mano de Yellow. Dejó de observarse y entró a la ducha.

Luego de casi 2 horas salió; sí, tardó casi 2 horas en bañarse por completo. Se vistió con un vestido cuerpo completo azul oscuro, puso su cabello del modo que cubra todo su cuello; tomó una pastilla para el dolor que siempre guardaba en su baño. No quería salir de su cuarto, pero además de que tenía un hambre del mismo tamaño de su dolor, tenía igual de trabajo.

Bajo la escalera con su rostro más serio de lo normal, aunque por dentro todos sabemos que está dolida -físicamente como emocionalmente-

Caminó hacia el comedor y se sentó donde siempre para comer. Estaba tan, pero tan distraída, qué no notó el momento en que terminó de comer y ahora se encontraba sentado junto a su escritorio "leyendo" documentos y papeles.

Pensaba lo último que le había dicho Yellow.

Te amo...

No... Debió ser mi mente jugando una mala jugada... sí, eso debe ser —pensó frustrada soltando un sonoro suspiro.

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Llegué a mi mansión y lo primero que hice fue bañarme, no tenía unos buenos ánimos; miré mi reflejo en el agua, tenía chupetones en casi todo el cuello, pero a contrario de Blue, los que tenía no eran tan visibles; sonreí a recordar las marcas que le dejé a mi Blue, ahora mía, solo mía, y aunque suene posesiva y egoísta, igual, ella es mía.

Lo único que hice hoy fue trabajar, trabajar y trabajar; si, tal vez tuve la necesidad de salir a la empresa y verificar unas cosas, pero algo más allá de eso, no.

— Aquí tiene su café, my Diamond —me avisó mi sirvienta personal, Perla Yellow [1], hermana gemela de la sirvienta personal de mi Blue, Perla Blue, y aunque sean nuestras tocayas, no es algo que me interese mucho, eso y el hecho de que esto sea irónico.

Tomé la taza y con un pequeño movimiento en la cabeza como agradecimiento mi sirvienta se retiró.

En serio tenía una horrible jaqueca, estoy nerviosa de que Blue no me vuelva a ver de la misma manera. No sé qué me pasó, ¡Ella me provocó!

— Ahg... —me queje en voz alta por mi frustración, como odio ser imprudente.

Debo pensar una manera de disculparme, urgentemente...

[1]: puse a las perlas su nombre en español y luego en Ingles para que tenga más sentido en mi mente (?)

Opalo-Alejandrita.

Te quiero aunque sea orgullosa (BellowDiamond)Where stories live. Discover now