Una invitación inesperada

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Un día más en el vasto imperio mongol transcurría. un día más de duro trabajo y de obedecer a la Tirana de Mongolia. Si había un país que odiaba este imperio era China. Él pensaba que era humillante tener que obedecer a Mongolia, cómo alguien tan grandioso y majestuoso como él va a obedecer a una bárbara salvaje. Si algo deseaba China, era que este imperio terminara lo antes posible. Irán pensaba que China era un exagerado así que no prestaba atención a sus quejas.

'Qué exagerado eres China, no es como que Mongolia te impuso su cultura bárbara.', le dijo Iran a China. 'Para ti es fácil decirlo, porque Mongolia no puso su tonta capital en Teheran', 'hahaha Mongolia está enamorada de ti hahaha, por eso eligió Beijing como su capital. Deberías sentirte halagado' dijo Iran riendo, 'Asco Mongolia, no digas eso, tendré pesadillas' dijo China con cara de disgusto. 'Mongolia habla mucho de tu belleza y...', 'ya ya ya no me menciones a Mongolia, OK!?' interrumpió China a Iran. 'desafortunadamente tenemos trabajo que hacer así que tendrás que ayudarme ', 'hoy no tengo ganas de trabajar para la tonta de Mongolia', 'prefieres el castigo?','Aiya! No sé qué es peor', dijo China.

'El castigo es peor' apareció Rusia. 'pequeña Rusia!' ambos dijeron al verla. 'Mongolia es terrible, yo prefiero obedecerla' dijo Rusia un poco asustada. 'Mongolia se aprovecha de que Rusia es pequeña, es una abusiva' dijo China. 'sí, pero por ahora no podemos hacer nada al respecto' dijo Iran resignado.

Después de un rato, Iran se fue a hacer el trabajo pendiente que tenía para evitar ser castigado y dejó a China con la pequeña Rusia. China y Rusia también tenían trabajo que hacer y así evitar ser castigados, pero China seguía renuente, era uno de esos días que él no quería hacer nada. En cambio, Rusia, en su temor, realmente quería hacer su trabajo, pero no quería separarse de China. Eran muy pocas las ocasiones en que Rusia podía hablar con China o estar a solas con él, prácticamente no tenía trato directo con China, normalmente siempre había un intermediario entre ellos ya sea Iran o kazahk o incluso la misma Mongolia. Así que ella quería aprovechar esta ocasión para estar con él. Rusia estaba obsesionada con China desde el primer día que lo vio, para ella no había país más bello que China, definitivamente tenía que aprovechar esta oportunidad, talvez el castigo valga la pena.

Ambos solo estaban sentados en silencio, Rusia mirando hacia el suelo, y China parecía no mirar a ningún lado, simplemente estaba pensativo. Rusia trataba de pensar que decir para romper ese silencio incómodo.

'China te gustaría probar vodka?', fue lo primero que se le ocurrió a Rusia, talvez era una pregunta tonta, ella solo quería romper el silencio. 'vodka? ¿Qué es eso?', 'es una bebida que te mantiene caliente en el invierno', respondió Rusia. 'Bueno, yo no tengo frío, quizás en otra ocasión', dijo China y volvió a mantenerse callado y pensativo. Rusia se sintió ¿ignorada? No sabía cómo describir lo que sentía, pero no era algo bueno, le dolía saber que China no tenía interés en hablar con ella.

Por la cabeza de Rusia empezaron a surgir ideas de porqué China no estaba interesado en hablar con ella, una de ellas era que China estaba enamorado de alguien más, talvez por eso está tan pensativo, está pensando en otra chica. Eso era devastador para ella, Rusia quería ser el centro de atención para China. Rusia se puso a pensar algo más que decir, algo que fuese interesante así podrían alargar la conversación.

'China...que piensas de....mí?' Rusia se sonrojó un poco con esta pregunta. '¿qué pienso de ti? Mmmm pues que eres demasiado blanca y demasiado peluda, eres muy extraña la verdad'. Rusia no sabía que decir, definitivamente no esperaba una respuesta como esa. Ahora se sentía peor, Rusia pensó que mejor no hubiera preguntado esa pregunta. Y peor aún China ni siquiera la volteó a ver cuándo le contestó. Esto era muy incómodo para Rusia, era más claro que el agua que China no sentía ni la más mínima atracción hacia ella. Él solo la veía como una yeti, blanca y peluda.

Rusia sintió que su idea de pasar una tarde con China se estaba yendo al traste. China no cooperaba y ella empezó a deprimirse tanto que se le escapó una lágrima. ¿Que podía hacer ella para que China no la ignorara?. De repente China se levanta y dice: 'iré a mi casa, me cansé de estar aquí', en ese momento se le encogió el corazón a Rusia, ella pensó que talvez China se cansó de estar con ella. Sentía ganas de llorar, pero se resistió.

'¿vienes conmigo?', Rusia se quedó estupefacta con esa pregunta, ¿había escuchado bien?, ¿China la estaba invitando a su casa?!, ella nunca ha estado en la casa de China así que sintió que su corazón saltaba de emoción. 'Sí!, digo, sí quiero, espera ,¿me dices a mí verdad?', 'sí, te digo a ti, Rusia' le dijo China sonriendo.

Obsesión adolescenteWhere stories live. Discover now