Gigámetro

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Fue fácil acostumbrarse a cuando podía besarle y cuando no. Cuando estaban jugando a videojuegos podía besarle, cuando estaban fumando no, cuando estaban en el ascensor subiendo a cualquiera de las casas podía besarle, cuando acababa de salir de una clase dura no, cuando era de buena mañana tampoco podía besarle, en cambio, al despedirse no le importaba recibir un beso. Y realmente Namjoon no se preguntó por qué hacía eso, ni Hoseok pensó por qué seguía recibiendo besos, sino que ambos interiorizaron aquello como algo normal, y de pasar de un par de besos, en cuestión de una semana y media era normal que ambos lo hicieran diariamente.
Tan sólo había una regla impuesta por el mayor de ambos: no pronunciar la palabra beso. Esa palabra, de alguna forma le incomodaba al moreno, que siempre acababa poniendo mohines y pidiendo que no lo dijera. No le importaba besarse con su mejor amigo, pero lo de hablar sobre besarse... ya era otro asunto.

Un martes por la tarde, cuando Hoseok y Namjoon se quedaron a solas en la casa del primero, Namjoon se preguntó que pasaría si le besara con lengua. No sabía ni por qué pensaba en esas cosas, pero lo cierto era que solía pensar en ello más de lo que fuera a reconocer algún día. Se imaginó que no podría preguntar si quería un beso con lengua a su mejor amigo, era demasiado vergonzoso para aquello, pero ¿y si lo hacía durante el beso? ¿cómo reaccionaría? Trató de evitar esos pensamientos mientras veían una película en la televisión, aprovechando que ese día eran libres en cuanto a deberes se refería la cosa, pero la película para colmo no era de su agrado y acababa por volver a ese pensamiento suyo.
La oportunidad le llegó una vez comenzó un bloque de anuncios. Con decisión, se giró hacia el mayor y esperó a que este le mirara para poder inclinarse hacia sus labios, sellando los ajenos con los propios mientras cerraba los ojos por completo. Hoseok no tardó en responder a ese beso de la forma correcta, girando el cuerpo hacia él y subiendo una mano hacia su mejilla para sostenerle ligeramente junto a él. Como de costumbre, ambos se perdieron en aquel beso mientras los labios de uno se fundían con los del otro, notando la calidez que desprendían mientras encajaban mejor sus bocas. Pero tan pronto como ambos estuvieron cómodos en aquel beso, deslizó su lengua por entre sus labios para rozar los ajenos. Hoseok reaccionó echándose ligeramente hacia atrás, dudoso, hasta que el menor llevó su mano a la nuca para pegarle de nuevo a sus labios. Aunque ninguno había dicho nada, los labios de Hoseok estaban ligeramente entreabiertos durante el segundo beso, dando pie a una invitación callada a su lengua, y Namjoon aceptó esta sin pensárselo.
Al colar la lengua en la boca ajena, notó como la respiración de su mejor amigo se intentisificó, notando de nuevo esos labios temblorosos de los que había hecho gala por primera vez. Su boca era cálida y agradable, y no tardo en pillar de que forma le gustaba a Hoseok ser besado, aún con la mano en su nuca mientras ambos exploraban la nueva zona de juegos de la que disponían.
Hoseok subió la rodilla al sofá, girándose mejor para estar más pegado a sus labios y no tener el cuerpo tan ladeado, pero Namjoon lo llevó un paso más allá y, tras llevar las manos a sus caderas, le acerco a él, haciéndole que se sentara a horcajadas encima de sus propias piernas. Para entonces Hoseok respiraba entrecortado por todas aquellas novedades que se salían un poco de la zona de confort que había creado en los besos con su mejor amigo. Namjoon rodeó la cintura del mayor, pegándole más a él mientras se maravillaba de lo poco que se notaba el peso extra que tenía su mejor amigo con una chica, de lo bien que se sentía su lengua enredada a la suya y lo, por qué no admitirlo, sexy que sonaba esa respiración por culpa de un simple beso.
O quizá es que había más que un simple beso, y tan sólo llegó a saber de ello cuando pegó bien las caderas del mayor a las suyas, notando de pronto algo en su estómago presionándose contra él, y podía ser que fuera la primera vez que notaba algo así, pero era inconfundiblemente la sensación de una erección contra su estómago. Durante un par de segundos Namjoon se quedó quieto sobre los labios del mayor, el cual pareció entender que había notado su excitación y se separó rápidamente dispuesto a desmontarse de sus piernas, pero las manos del menor en sus caderas, firmes, le denegaron aquella huída. Maravillado de haber conseguido que con los roces de sus lenguas su mejor amigo hubiera tenido una erección, se apresuró a pegarse a sus labios nuevamente e iniciar un tercer beso, mientras clavaba los dedos en sus caderas impidiéndole que le dejara ahí con esas ganas de ver que ocurriría. De pronto la lengua ajena se le antojó más experta, sus labios más firmes y sus manos más fuertes, dejándose agarrar la sudadera por sus hombros mientras el mayor seguía a horcajadas encima de su cuerpo.
Namjoon no dejaba de notar pequeñas descargas por todo su cuerpo, dejándose llevar por estas y alzó sus caderas para rozar su cuerpo contra el ajeno. Y la respuesta de su mejor amigo llegó como un breve jadeo sin separarse de su boca, con los ojos cerrados y apretando más la sudadera en sus puños.
La película ya había empezado pero a esas alturas ninguno quería apartarse del cuerpo del otro, dando un paso de gigante con aquello que estaban haciendo al separarse de los besos si lengua que solían darse. No hizo falta más que Namjoon moviera un poco sus caderas contra el mayor y que apretara los dedos en su cintura para que su mejor amigo se decidiera a moverse encima de él. Y Dios, Namjoon podía sentir el control que tenía Hoseok de sus movimientos, como hacía buen uso de lo que aprendía cada semana en la academia de baile, porque no tardó en ser también él, con el que a través de un beso con lengua y un par de movimientos de cadera estuviera excitado bajo su ropa.
Y era a partes un castigo y un placer indescriptible, cada vez que su miembro rozaba contra el ajeno a través de todas esas capas de ropa. Queriendo parar a quitarse sus vaqueros pero sin querer parar de que esas caderas bailaran encima suya. Y joder, la presión de los vaqueros de ambos hacía todo aquello más vívido, como los jadeos del mayor tras separarse de sus labios para esconder la cara en la curva de su cuello, llegándole todos esos jadeos más altos a su oído, poniéndole el vello de punta mientras su mano izquierda se metía bajo la sudadera del chico para tomarle de la cintura, sintiendo su piel arder por el deseo y la frustración de la ropa. Y cómo se le erizaba el cabello cada vez que, aunque leves, su mejor amigo gemía cuando presionaba su miembro más fuerte contra el suyo. Y como notaba los golpes de aire por la respiración e  su cuello, haciéndole apretar los dedos en su cintura y mover mejor sus caderas bajo el cuerpo del mayor. Sin importar ya cómo habían llegado a eso siendo tan sólo dos mejores amigos con curiosidad.
El ritmo, fuerte y pausado, le mantenía al borde del raciocinio y el perder los papeles y dejarse llevar, le gustaba demasiado cómo se movía Hoseok, le gustaba demasiado la voz de su mejor amigo a la hora de gimotear cerca de su oreja, le gustaba demasiado cómo se sentía su respiración en su cuello. Y Hoseok no podía decir lo contrario, ya que era un caos de jadeos y gemidos, mientras se aferraba con fuerza a la sudadera ajena y notaba latir el miembro de su mejor amigos tras todas aquellas capas de tela que le mantenía al borde del precipicio, hasta que mordió su cuello y se dejó caer, estremeciéndose a horcajadas del cuerpo del menor a la vez que se corría dentro de sus vaqueros y sus boxers, preguntándose qué acababa de hacer, preguntándose si todo lo bien que se había sentido iba a caer en picado hasta sentirse fatal, tal y como había sido al principio con los besos de Namjoon, preguntándose si su mejor amigo era consciente de lo que acababa de pasar. Y vaya que si lo era, pues por su parte, tras el mordisco en su cuello, que le hizo en gemir al haber bajado la guardia, arqueó la espalda y dejó que su cuerpo también llegara al orgasmo, relajando el agarre de sus dedos en su cintura aunque sin alejarla de él, queriendo rozar los dedos por su estómago tembloroso, notando la calidez de su cuerpo bajo sus dedos, y no pudo evitarlo, se sorprendió cuando de pronto la mano derecha de su mejor amigo la posó sobre sus ojos dejándole a oscuras, escuchando tan solo el murmullo incesante de la televisión y aquella película estúpida, y la respiración sin compás de su mejor amigo.
- Joonie... quiero que cierres los ojos... voy a levantarme e ir a mi cuarto... hasta que no suene como se cierre la puerta no puedes abrir los ojos... ¿vale?
- ¿Por qué? - atinó a preguntar aunque intuía la respuesta
- No quiero que me veas ahora mismo... somos amigos ¿ok? Hay ciertas cosas que los amigos no pueden ver...
Sabía que por mucho que insistiera Hoseok no iba a dejarle mirarle ahora. Ocurrió lo mismo el primer día que se besaron, con sus miradas esquivas y la ausencia de ganas de mirarle
- ¿Es por mi? ¿Te da vergüenza?
- Sí...
- Pero a mi me ha pasado lo mismo, también me ... - no pudo terminar la frase puesto que la otra mano del chico cubrió la boca y amortiguó sus palabras.
- Joonie no. Por favor déjame marcharme sin que me veas... y después es mejor que te vayas a casa... mañana nos veremos camino a clase...
A Namjoon solo le quedó asentir con la cabeza. No quería presionarle a hacer algo que no quería. Así pues, cuando el mayor se levantó de sus piernas, tuvo que dejar caer la mano desde su cadera, y sintiendo como el peso desaparecía de su cuerpo escuchó como iba hacia su cuarto y cerraba tras él. Y sólo entonces abrió los ojos tal y como le había pedido.

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⏰ Última actualización: May 22, 2017 ⏰

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