Su voz era tan dulce todo en ella le llamaba la atención, su cabello negro, sus largas pestañas, su piel blanca como la nieve y ¡Dios! Esos ojos verdes que lo transportaban fuera de este mundo, todo en ella era perfecto.
Verla a ella era poesía.
Y si de algo estaba seguro es que no se separaría jamás de su lado.
Algo en su interior le decía que tenía que protegerla y así lo haría.
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El Circo.
Short StoryTodos dicen que del amor al odio solo hay un paso. ¿Será posible que del amor a la obsesión también?
