EPÍLOGO

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El bastardo pensaba que podía huir después de toda la mierda que había hecho.

Estaba furioso, pero estaba más asustado por lo que pudiera pasarle a su mujer, Katryna estaba perdiendo mucha sangre y...
No quería ni pensarlo, ella iba a estar bien.
Salió de sus pensamientos al escuchar un disparo fue allí cuando comenzó a correr por los pasillos.
Hasta que se detuvo donde estaban todos, 135, Trey e Ian se encargaban de ese hombre loco entonces su mirada barrió toda la sala encontrándose con la doctora herida de bala y su mujer sollozando en el hombro de Danger.
Escuchó su dolor e hizo lo que debía, la abrazó acariciando su cabello con dulzura.
-El bebé Wild -Sollozó-, él me lo quitó, yo...
-Tranquila preciosa, nuestro cachorro esta a salvo, tienes que irte cuanto antes, no hay tiempo que perder...
-¡Quiero a mi bebé Wild!
Él tomó su delgado rostro entre sus manos y besó con anhelo el dorso de su boca.
-Y lo tendrás, ahora debes irte, yo mismo te lo llevaré.
-¿Lo prometes?
-Lo juro.
Wild vio como se la llevaban, suspiró y se dio la vuelta encontrándose con la mirada de su padre.
En definitiva, tendré mucho que explicar.
Pero él no se arrepentía, si había huido con Katryna era porque ella así lo había querido.
No había vuelta atrás, aunque le causara un disgusto a su madre, admitiría ante todos que Katryna Vega era su mujer, y sobre todo suya.

***

Todo a su alrededor pareció familiar fue entonces cuando se dio cuenta que estaba en el homeland, donde todo había empezado.
-Katryna, ¿Te sientes bien?
Sintió la garganta seca y se limitó a asentir. Sin embargo debía hablar si quería saber ¿Dónde estaba su familia?
Aquella palabra que le había parecido ajena por tantos años pero que ahora podía decirlo con toda propiedad.
Quería ver a Wild y a su hijo y muy poco le importaba lo que dijeran los demás.
Iba ser horrible enfrentar a Becca pero se lo tenía merecido por enredarse con su hijo, no obstante, seguiría a delante con Wild pese a que los crucificaran con las críticas.
-¿Dónde está Wild y mi niño?
Trisha la miró y sonrió de repente.
-Resando porque todo vaya bien a pesar que le dije que estabas ya prácticamente recuperada.
Aquello hizo saltar su corazón en anticipación y alegría, se moría por tener a su niño en los brazos y también por darle un tórrido beso a Wild.
-¿Cuándo puedo salir de aquí?
-Escucha Katryna, tuviste un día aquí, puedes salir cuando gustes porque se que si le digo a Wild que te cuide lo hará, pero debes saber que Becca...
-Lo sé, debe ser una sorpresa para ustedes todo esto, pero...
-Será mejor que se lo digas a ella, aquí nadie te juzga, ¿Quieres que vaya a por tu ropa?
Katryna asintió.
-Por favor.
En menos de lo que pensaba Trisha volvió a entrar y ayudarla a cambiarse.
Se levantó de la cama lentamente y ambas salieron de la habitación.
El lugar pareció darle vueltas a Katryna al ver quien estaba sentada en frente de la puerta.
Becca estaba risueña con un niño en sus brazos y no cualquier niño, su niño.
Al parecer necesitaba enfrentar todo aquello más rápido de lo previsto.
Por suerte su hermana aun no se daba cuenta de su presencia así que buscó con la mirada a Wild y lo encontró discutiendo con Brawn con el ceño fruncido.
Él entonces le dio la espalda a su padre encontrándose con la mirada curiosa de Katryna y todo rasgo de amargura en su rostro desapareció al verla.
Caminó a grandes zancadas hasta ella y la aferró hasta su pecho dejando un reguero de besos en su desordenado pelo.
Ella correspondió al abrazo y olvidándose de los presentes se dieron un beso que les dio goce al alma.
-Preciosa ¿Estás bien?
Katryna asintió con la cara roja entonces el agradeció a Trisha y caminó hasta detenerse frente a su madre, Brawn fue el próximo en llegar y Katryna supo que había llegado el momento de la verdad, si no hubiese sido por Wild sin duda habría caído al suelo, sus piernas parecían de gelatina, aun más cuando la mirada de Becca chocó con la suya.
Ni siquiera quería saber como la miraba Brawn, lo que si sabía de por sí es que él la miraba con fijeza.
-Tienen aquí un precioso bebé -dijo Becca volviendo su mirada al cachorro-.
-Yo... Todo esto pasó antes de saber que Wild era mi sobrino, lo juro Becca, después no lo podíamos evitar, siempre que él estaba cerca yo moría por estar con él -Soltó tan rápido que nadie pudo detenerla-.
-Eso es algo típico en la acoplación, él es tu macho y tu eres su hembra, no hay nada de que disculparse -Habló Brawn dejando a Katryna casi sin aliento-.
-Pero es mi sobrino.
-No, no lo es -Dijo esta vez Becca-, será mejor que te sientes.
-No, ¡¿Qué, como que no lo es?!
-Ven a sentarte Kat -Pidió Wild-.
-¡No! ¿De qué hablas?
Becca soltó un suspiro antes de seguir.
-De que mi padre se hizo unas pruebas de ADN contigo y el resultado fue negativo, tu madre le mintió, por eso mi padre te dejó a cargo de Wild cuando fue en busca de tu verdadero padre, él fue un comandante de la milicia, mi padre lo conocía. Tim vino aquí para contártelo todo pero yo se lo impedí -sollozó Becca y Brawn se sentó a su lado dándole consuelo-, creí que era mejor para ti que creyeras que eras mi hermana de otro modo te irías... Pedía por ti para que encontraras un buen macho que cuidara de ti, pero estaba tan cegada que no me di cuenta que ya lo habías encontrado y que finalmente si íbamos a ser familia, ¡Lo siento tanto Katra!
Katryna nunca pensó que una verdad tan dolorosa terminara convirtiéndose en una verdad tan refrescante.
-Dios mío es decir que no eres mi sobrino.
Wild sonrió con sorna y negó con la cabeza antes de besarla sin apuros.

WILD (2)Where stories live. Discover now