WILD (2)

Capítulo VII

—¡¿Por qué no me dijiste que le pediste a papá una habitación en el edificio de las hembras?!

Era lo primero que escuchó al bajar las escaleras y entrar al comedor.

—Porque sabía que gritarías.

Se sentó al lado de Brawn sin siquiera dar una mirada a Wild haciendo un increíble esfuerzo porque sus ojos no lo buscaran.

—¡Vaya! la conoces tan bien en tan solo tres semanas —dijo Wild con humor-.

Becca lo fulminó con la mirada sentándose frente a ella.

—Me gusta que estés aquí Katra.

Katryna dejó el café a un lado y suspiró antes de hablar.

—A mi también me gusta estar aquí, pero...

—¡Entonces quédate! —La interrumpió Becca-.

—Cariño —La llamó Brawn con condescendencia-,  déjala, sus razones tendrá.

Los ojos de Brawn se posaron en Katryna con una mirada que ella no supo como interpretar, haciéndola sentir incómoda volvió a tomar la taza de café con manos temblorosas. Él era tan parecido a Wild pero a la vez tan diferente.

Becca cortó el silencio dejando escapar un suspiro de derrota entonces asintió antes de hablar una vez más.

   —Las llaves están arriba de la nevera, te acompañaré a instalarte.

Ella asintió dedicándose a comer en silencio bajo la mirada de tres pares de ojos.

*** 

Becca sonrió  con tristeza cuando todo estuvo listo y luego miró a su hermana.

   —¿En serio quieres quedarte?

Katryna sonrió asintiendo.

—Sí, buscaré un trabajo y no les daré mortificaciones —agregó juguetona antes de volverse seria otra vez-, pero no estaré lejos de ti, lo prometo.

—Bien, debo irme, Hidden está con Wild así que posiblemente esté apunto de volverse loco.

Ella rió sin humor ante la mención de Wild mientras acompañaba a Becca a la puerta.

—Voy a venir seguido.

—Te esperaré.

Se despidieron con un breve abrazo y Katryna se adentró una ve más en su habitación pero antes de que pudiera ocuparse de otra cosa escuchó como tocaban su puerta.

—¿Katryna? —Habló una mujer regalo apareciendo en su campo de visión-, escuché que recién te mudaste, soy Bless —Sonrió-, ¿Qué tal si vamos al bar y celebramos que somos vecinas?

Katra no lo pensó, necesitaba salir y sobre todo, necesitaba tener una amiga a parte de Rebecca, de su edad, así que aceptó la invitación de Bless.

Rápidamente ambas fueron a cambiarse y luego de maquillarse Katra fue a por Bless en la habitación de al lado.

Al llegar al bar las miradas de muchos machos fueron hasta ellas sin embargo no prestaron atención y buscaron una mesa.

   —¿Cuanto tiempo llevas en el homeland? —Preguntó Bless una vez sentadas-.

—Tres semanas y unos días.

—¿Y nunca habías venido al bar? Nunca te había visto. 

Ella se encogió en hombros antes de hablar.