♠ Capítulo 26: Murphy era un optimista.

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Murphy escribió una vez: si algo puede salir mal, saldrá mal. En mi humilde opinión Murphy era optimista.

No soy una persona pesimista pero siendo absolutamente objetivos ¡Mi vida apesta! No tengo casa, no tengo familia, no tengo a la chica y por si fuera poco tengo torticolis.

Trato de pensar que es un castigo de Alá o algo así, pero lamentablemente no he hecho nada tan malo como para merecer tanto ensañamiento en mi contra.

Lo único que tiene solución es la torticolis y voy a solucionarlo ahora mismo.

—¿Alex? ¿Sabes que hora es?

—Las cuatro y cinco de la mañana ¿Te pasa algo?

—¿Ah? ¿De que hablas?

—Tengo una torticolis terrible que no me deja dormir y estoy seguro que tiene que ver contigo ¿Estás preocupado? ¿Tienes problemas?

—Ahora que lo mencionas iba a llamarte por lo mismo, ayer como a las ocho me dio una torticolis tan fuerte que no pude mover la cabeza en tres horas ¿Paso algo?

Llámenlo conexión gemelar o lo que quieran pero en un noventa por ciento mis torticolis son provocadas por mi hermano Miky y no respetan horas de sueño, estado físico o distancia.

—Yo pregunte primero.

—Y yo después ¿Qué pasó?

—Te llamé para hablar de ti no de mí

—Tú no llamas si no quieres hablar de ti

—¿Soy un narcisista ahora?

—Claro que sí, te amas tanto que ni siquiera me preguntas como he estado solo hablas de tu torticolis…

—Lo primero que te pregunte es si te pasó algo.

—Solo lo haces por compromiso—solloza a través de la línea fingiendo la más profunda de las penas. Yo aun me pregunto como es que mi padre se tragó toda la mentira de mi homosexualidad, o sea, Miky es una mariposa revoloteando sobre un campo de emociones cambiantes.

—¿Cómo estás Miky?—mascullo un poco molesto, odio que la gente divague.

—Mal, tengo examen de pediatría mañana y aun no termino de estudiar, solo me quedan… mil setecientas páginas.

—¿Donde estás ahora?

—En turno de neonatología ¡Son tan lindos cuando duermen!—mariposas, mariposas y más mariposas.

—Bueno, es momento de que dejes de ver niños durmientes y comiences a estudiar, tu tensión me está afectando.

—¡Ja! Ayer fui yo él de la torticolis ¿Te llamé para quejarme? No, ketorolaco endovenoso y a seguir mi vida. Pero tú no puedes porque eres una niñita llorona.

—Y tú eres una mariposa emocional.

—Eso fue homofóbico.

—¿Puedes negarlo acaso?

—Claro que si, prefiero las polillas.

—¿Por qué viven dentro de un closet?—hace silencio tratando de idear una buena respuesta pero se rinde.

—Has ganado esta vez, ahora, déjate de tonterías y dime que fue lo que te pasó ayer.

—Hice algo estúpido, muy estúpido la verdad ¿Recuerdas esa chica que vive conmigo?

—Sí

—Salimos juntos ayer en una especie de cita.

—Ya…

El departamento de salvadorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora