Linaje Ackerman [RivaMika]

Capítulo 2 - Insomnio

Luego de observar la espaciosa habitación, Mikasa se dirigió hacia el clóset. Levi paseaba sus manos por debajo de las mesas de luz, verificando la limpieza del lugar.

Los pijamas que el Palacio le otorgaba eran mucho más bonitos y finos que las camisas viejas del Ejército. Sin embargo, no usaría frente al Capitán un delicado y corto camisón de seda; sería demasiado.

—¿Por qué no me lo dijiste, Levi? Quizás seamos parientes.—preguntó Mikasa mientras escogía una pijama.

—No creí que fuera importante, Mikasa.

Mikasa dejó sus botas en la entrada de la habitación, aunque fue regañada y obligada a acomodarlas bajo la cama junto a las de él.

—Puedo dormir aquí—dijo Levi con seriedad, señalando el suelo de la entrada.

—Ya deja eso... ¿Dormirías todo un año en el piso?

Sin responder, Levi se metió entre las sábanas, en el lado izquierdo de la cama, dándole la espalda a Mikasa. No había notado cuándo se cambió de ropa.

—Podría atacarte durante la noche—dijo mientras acomodaba sus almohadas.

—... No sería un buen comienzo para nuestro matrimonio, ¿verdad?

Un bufido, casi una risa fue la respuesta del Capitán. Pero ella nunca podía verlo cuando reía, como si escondiera su sonrisa. Y lo peor de todo era que sonreía más a menudo de lo que muchos creían.

Luego de cambiarse en el baño de la habitación, también se acostó en la cama, en su lado opuesto, dándole la espalda a Levi. Apagó las luces de su mesita, dejando la habitación casi a oscuras. Las cortinas eran muy finas y los faroles del patio contiguo iluminaban levemente el cuarto.

—¿Cómo estás tomando que Eren no tenga otra opción más que obedecer?—preguntó Levi, iniciando una conversación a espaldas.

No hubo respuesta, sólo el sonido de sus sábanas moviéndose.

—Hey, mocosa...

—No pensé demasiado en eso. Puedo entender que es su deber, pero me hubiera gustado que Eren al menos pudiera ser feliz en esa área.

—Existe una posibilidad a que se lleven bien, Mikasa. Son amigos después de todo... Oye, ¿comprendes ese deber?

—No me malentienda. Sé que vendrán soldados mucho más fuertes, que no somos los únicos y que nuestra situación no es tan urgente como con Eren e Historia.

—¿Más fuertes? No existen más Ackermans, Mikasa.

—...¿Qué está sugiriendo?—no quería que lo hiciera más incómodo de lo que ya era.

—Nada.

Luego de unos instantes en silencio, Levi continuó.

—¿Crees que Eren pudo haber sido feliz a tu lado?

—No. Creí que ya le había quedado claro que no veo a Eren de esa manera, Capitán. Al menos, ya no más...

—Es un idiota.

Levi decidió acostarse mirando al techo, continuando con Mikasa de espaldas.

—Entonces, ¿ya olvidaste lo de la golpiza?

—¿Otra vez, Levi?

—¿Me odias por lastimar a tu hermano o amigo Eren?

—Sabes que no... ¿Por qué te cuesta creerlo?

Creyó que Levi se había acostado mirando hacia su dirección, pero sólo apoyaba su nuca sobre sus manos, alzando sus brazos.

—Lo siento...—respondió Levi.