He vivido tan intensamente que a mis 18 años ya no me preocupa que mi madre vea aquellos mensajes privados que nadie más que yo y él conocemos. He vivido tan a mi modo y sin miedos que ya mi mente no se atormenta con que inventar, con él que dirá, con el QUÉ; cuando pasan las cosas. He vivido tan al límite que ya solo respiro cuando me doy cuenta de lo que está por pasar, si!, solo respiro, cambio la hoja y no me atormento como solía hacer, con lo que pasará, viviendolo horas a veces incluso días antes que suceda. No, ya no, ahora sigo a lo próximo y cuando suceda lo temido mi mente ya está adaptada a dar su mejor explicación igual la mayoría del tiempo no la comprenderá y solo dirá lo que ella considera. Pero como siempre pasará, como pasa el día y la noche, como pasa la primavera y los años, porque el reloj no se detiene. A mis 18 años he aprendido que lo único que debe importar y a lo que debemos dedicar tiempo y mente son a esos bellos momentos que nos hacen sonreír y dar gracias a Dios por tantas veces, porque desgraciadamente como el tiempo esos momentos también pasan demasiado rápido.
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Mi interior
Short StoryLa cabeza de un adolescente es bien complicada. Estar en busca de una personalidad en un mundo tan controversial no es tarea fácil. Aqui les dejo mis sentimientos, pensamientos, de todo un poco, pero sobre todo mi corazón.