Niego molesta.— Sabes que no es mi tipo, demasiado bueno para mí.

Ella asiente dándome la razón.— ¿Cuándo te irás? Ya quiero empezar a seducirlo, Dios.

Hago una mueca de asco.

— No me mires así, he estado deseando esto diez malditos años. - junta sus manos.

— Suenas muy desesperada, ¿no te das vergüenza? - ruedo los ojos.

— Tú me has ayudado, ni se te ocurra hacer una locura, estás en el mismo saco que yo. - cruza sus brazos.— Dime, ¿te has acostado con él?

— Sí, es un Dios en la cama, Janybú. - miento.— Lo voy a tirar. ¿Quieres reutilizarlo?

Jane me fulmina con la mirada y se acerca rápidamente estrechando mi cuello con sus finos dedos.

Suelto una carcajada y la aparto de mí de una patada.

— Nena, ¿has olvidado que llevo ocho años en judo? - me burlo.

— Agh, me das simplemente asco. Desaparece de esta casa tan pronto como puedas. - se levanta y sacude su vestido de mala manera.

— Ajá. - ruedo los ojos.

Saco el móvil una vez que Jane desaparece y escribo un corto mensaje dirigido a Barbara.

Mi hermana está aquí, ¿cómo va el plan?

- Ali.

Guardo el celular en mi bolsillo y respiro hondo un par de veces antes de volver a entrar.

— ¡Alice! ¡Al fin llegas! - miro apenada a Ian, que se levanta de un salto del sofá.

— Ah, cómo no, Alice Marie. - hace un ademán y sigue mirando la televisión con cara de amargada.

— ¿Qué hace tu hermana aquí? ¿Por qué no me has dicho que venía? - Ian murmura por lo bajo.

— No lo sabía, creí que venía más tarde, lo siento si te ha sorprendido su llegada. - acaricio suavemente su mejilla.

Rápidamente se aparta y agacha la cabeza incómodo.

Jane me dirige una mirada asesina y procede a levantarse del sofá.

— ¿Por qué no vamos a cocinar, querida? - me agarra fuertemente del brazo y me jala hacia la cocina.

— ¿Estás celosa? - pregunto divertida.— Oye, al menos déjame despedirme de mi novio.

— Reacciona Alice, tu parte aquí ha terminado, no te metas donde no te llaman, si estropeas mi plan, estás acabada. - suelta bruscamente.

— Relaja, hermana, me voy a ir pronto de aquí, no tienes que preocuparte de mí. - río.— En cambio, deberías empezar a preocuparte por tí misma.

Aprieta los puños.— ¿Qué quieres decir?

— Nada, cocina lo que​ quieras, ME LA SUDA. - añado alzando levemente la voz.

— Ojalá te pudiera matar, eres insoportable. - cruza los brazos y pone cara de estreñida.

Saco el dedo del medio y salgo de ahí.

— Ian. - susurro mientras cruzo el salón de puntillas.

— ¿Si? - aparece por las escaleras mientras me mira raro.

Suspiro y lo agarro del brazo.— Tenemos que salir de aquí, ahora mismo.

— ¿Por qué? - pregunta intentando soltarse de mi agarre.

— No preguntes, estoy segura de que Barbara te ha dicho que Jane está pirada, ¿o me equivoco?

— Sí, pero tú estás del lado de Jane, no entiendo qué cojones está pasando ahora mismo. - gruñe zarandeando fuertemente el brazo.

— Cállate quieres, vamos a casa de ella, es más segura que ésta. - abro sigilosamente la puerta y la cierro lo más rápido posible una vez fuera.— Empieza a correr, ¡YA!

Corro rápidamente hacia la casa de al lado y pulso el timbre repetidas veces. 

— Pasad, rápido, los guardaespaldas tardarán 10 minutos en llegar. - Barbara abre la puerta.

— Tenemos que hablar, no entiendo qué está pasando. - Ian cruza los brazos.

— Ahora te explico. - cierra la puerta con seguro y activa la alarma.

— Oye, por qué tanta seguridad, ni que Jane nos fuera a matar. - chista.

— Jane tiene en su coche una pistola escondida bajo la alfombrilla, no deberías cuestionarla sin conocerla, créeme es capaz de todo. - relajo los hombros y camino hacia lo que creo que es el salón.

— Tranquilos, no puede entrar aquí, las limpiadoras han cerrado todas las ventanas y puertas de la casa, es casi imposible que entre. - Barbara me adelanta.

— ¿Casi? - Ian pregunta con voz temblorosa.


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Al finnnnn, mil años más tarde, aquí está el capítulo 5.🌚
Votad y comentad, se viene el bardo jojojo.

LA NERD ES ¡MODELO!. - 1 y 2.Where stories live. Discover now