Precios (capítulo 4)

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Terminé de recorrer mi deteriorado suburbio, aunque estuviera en su peor estado, me emocionaba ver mis graffitis intactos en el edificio frente al mío de Biggie Smalls junto a Tupac rapeando para nuestra gente, dándonos esperanza y alegría. No era el mejor artista, pero a la mayoría le causaba una forma de seguir luchando y levantarse cada vez que se caía. Todos éramos negros del Bronx y hacíamos hip-hop en todas sus letras. No habían muchas chicas que tuvieran nuestro talento, pero si que lo gozaban.

Mi madre me esperaba como siempre en el único sillón de la casa, cansada y preocupada, como se me hacía rutina verla. Me fui directo a mi habitación con mi mochila y fajos de billetes en los bolsillos. Siempre me seguía de prisa pero al ser más grande la dejaba atrás y no entraba. Me ponía a contar la ganancia de cada día, y la guardaba bajo la cama. Luego hacía algunos arreglos con el crack para el día siguiente y me ponía a dormir por fin a las 8 de la mañana. Ese era mi trabajo, no me quejaba, era mi labor como negro y me gustaba estar entre los peses gordos, pero uno siempre quiere más.

No estaba acostumbrado a trabajar con más personas, pero cuando comienzas a ser alguien importante en la industria debes tener aliados. Tenía un compañero confiable, Tyrone, sabía que no me iba a fallar y como supuse así fue. Nos íbamos todas las noches a las sombras, hasta que decidimos también ir de día y no perder ganancia alguna. Como era de esperarse la chota (policía) nos tomó con algunos gramos y un arma. Tyrone conocía a Ashley, y tomó responsabilidad del arma por razones que yo desconocía pero estaban relacionadas con ella y yo.


Le agradecí como un gangster lo haría, prometiéndole que al salir yo sería una persona mejor y me concentraría en saber la razón que tenía de Ashley y yo. Me soltaron pero mi madre tuvo que ir a buscarme, estaba colocado y no podía acordarme del número de Ashley. Llegó mi Rebecca Jell, mi progenitora. Su cara lo decía todo, yo terminé de quitarle la promesa de ser un buen negro. El policía Dom ya me conocía, había estado un par de veces en casa para registrar si había droga por tener sospechas en mi contra.

Buscándome la vidaWhere stories live. Discover now