1

32 8 3
                                    

Tan solo desperté, apenas recordaba mi vida, si quiera recuerdo haber tenido alguna. Era irrelevante el sonido que traspasaba mis oídos, era un pitido cuyo fin no lograba divisar.

Me encontraba a oscuras, cuatro paredes negras me rodeaban. Pude divisar dos puertas. Mis ojos se cristalizaban sin razón alguna. No entendía nada. Si quiera sabia mi nombre. En ese momento una puerta se abrió. Una figura similar a la mía salía de ella. Esta se paró en frente mía. No me atrevía a hablar, en ese momento el pánico me encarcelaba, era esclavo de mis propios miedos.
La segunda puerta se abrió.
De esta salio una figura. Era blanca. Me recordaba a alguien pero no sabría decirte quien.

The red lineWhere stories live. Discover now