Capítulo 4: Por ti.

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A la mañana siguiente, todos emprendieron nuevamente la marcha hacia la villa donde deberían robar aquel pergamino, sin embargo, Sasuke notaba un ambiente diferente al del día anterior. Hinata parecía más seria de lo normal, mucho más callada todavía de lo que ya era, en cambio, Sakura se acercaba más a Naruto, cogía su mano, a veces le tocaba el brazo o le arreglaba la chaqueta coquetamente mientras un sonriente Naruto se dejaba hacer.

Chasqueó los labios algo frustrado por la situación aunque reconocía que en parte... era su culpa por favorecer aquella relación. Era un completo idiota que no sabía aprovechar las oportunidades por su miedo a ser rechazado, por el miedo a lo que Naruto diría de él si se enteraba de sus sentimientos hacia alguien de su mismo sexo, precisamente hacia él.

- ¿Estás bien? – preguntó Hinata a su lado al ver cómo le costaba caminar.

- Sí, estoy bien – mintió Sasuke.

- Toma... no es mucho pero algo ayudará – comentó dándole una barrita energética que solían utilizar los ninjas en las misiones para recuperar algo de fuerzas.

- No la necesito.

- No le diré nada a Naruto – dijo Hinata y entonces Sasuke... al ver aquellos ojos blancos, entendió que ella podía ver bajo su ropa aquellas marcas y heridas que los aldeanos le habían hecho – come algo, vas a necesitarlo para la misión.

- Estoy bien, de verdad – intentó convencerle Sasuke.

- Si a ti te pasase algo... ¿Quién protegería entonces a Naruto? No puedes protegerle estando débil y ahora mismo... ni siquiera puedes mantenerte en pie sin hacer un esfuerzo enorme por aparentar.

La mano de Sasuke cogió la barrita y observando la sonrisa de Hinata antes de que se pusiera delante de él, Sasuke empezó a comérsela. Su estómago poco a poco se acostumbraba a volver a meter algo de comida sólida pese a los rugidos que lanzaba. Hinata tenía razón, no sería suficiente, pero al menos podría fingir un poco más de tiempo frente a Naruto.

Cuando llegaron a la aldea, Sasuke miró con cierto desánimo lo alta que estaba aquella torre como para entrar sin ser vistos. Quizá sus compañeros tuvieran chakra suficiente para hacer habilidades, pero él... no creía poder sostener ni una réplica de sombra sin que se desvaneciera en cinco segundos.

- Iremos Hinata y yo – dijo Naruto al final – cogeremos el pergamino y regresaremos.

- Yo puedo ir también – comentó Sakura.

- No... es mejor que te quedes aquí. Si alguno salimos herido, tú podrás curarnos a la vuelta.

- De acuerdo – asintió finalmente Sakura.

- Yo no soy necesario aquí – se quejó Sasuke.

- Necesito que hagas algo muy importante por mí, Sasuke... protégela – comentó Naruto señalando hacia Sakura con su cabeza.

Sasuke chasqueó una vez más la lengua en un notable enfado pese a saber que en su condición era lo mejor que podía hacer por no obstaculizar al grupo que iba a infiltrarse. Apenas tuvo tiempo de quejarse, Naruto había iniciado la maniobra y Hinata salió tras él dejando a Sakura y a Sasuke atrás.

- Cálmate... necesitas descansar para hacer misiones – dijo Sakura – en realidad... Naruto no te ha dejado atrás para cuidarme.

- Me está dejando porque no cree que sea capaz de luchar.

- No. Te ha dejado atrás para protegerte. Todos sabemos que estás débil.

- No estoy débil – se quejó Sasuke.

The mission (Naruto: Naru-Sasu)Where stories live. Discover now