PinkyPoo ❀ YM (Edición)

💞PinkyPoo palabras profundas

—No —Pero esta vez JiMin no iba a ceder. Llevaba años viendo como el mayor soportaba todo sólo por ambos, sólo porque pensaba que él era demasiado débil como para compartir la carga, pero JiMin ya era un hombre, cumpliría 22 años en Octubre próximo, y no podía seguir siendo tan egoísta como para dejar a YoonGi lidiar con todo. Cambió de posición una vez más luego de cansarse de buscar la mirada de YoonGi sin resultados. Ahora estaba sentado sobre el regazo del mayor, una de sus piernas a cada lado de las caderas del pelinegro, y sus ojos intentando sin descanso encontrarse con los dos quien más quería en el mundo. Estaba harto de ver a YoonGi sufrir por su culpa— Que seas mi Hyung no significa que debas cargar con todo, PinkyPoo —Contradijo tomando entre sus manos las pálidas de YoonGi, jugando con sus dedos— Da igual quien es el menor o el mayor de ambos, nosotros... tú... prometiste que estaríamos siempre juntos, que soportaríamos todo los dos, ¿lo recuerdas? —El pelinegro asintió levemente dándole la razón, mas no habló, ni siquiera lo miró— Ambos somos seres humanos y no puedes intentar guardarte todo todo el tiempo. Debes confiar en mí de la misma manera que yo lo hago contigo porque si no...

Las últimas palabras de JiMin parecieron activar algo en YoonGi, puesto que el mayor levanto inmediatamente la cabeza y conecto su mirada con la del menor— ¡Yo confío en ti! —Aseguró— Eres la persona en la que más confío en el mundo, Mochi, eso no lo dudes, es sólo que... que yo... yo... yo no...

Su labio inferior tembló con fuerza, y YoonGi quiso abofetearse. Él no podía ser débil. No. Él no.

Pero cuando los antes frágiles, ahora reconfortantes brazos de JiMin le rodearon con fuerza, atrayéndolo a él por la camiseta, y una de las manos de JiMin se perdió entre sus cabellos obligándolo a perderse entre la tela del hombro de su ancho polerón, explotó. Eran tantas cosas, tan acumuladas.

—Está bien Hyung, está bien —Le consoló JiMin acariciando su cabello tiernamente mientras que le daba ligeras palmaditas en la espalda, esperando que YoonGi liberara todo su silencioso llanto— Ambos podemos ser débiles y ambos podemos ser fuertes. Yo también puedo consolarte, puedo abrazarte, darte besitos, ¡y puedo darte mimitos toda la noche si es necesario! —Aseguró JiMin con entusiasmo— pero si no me dices lo que ocurre, nunca voy a saberlo, PinkyPoo —Los espasmos antes fuertes del mayor ahora estaban calmados, y su respiración volvía levemente a la normalidad, por lo que JiMin se tomó la libertad se acercarse a su oído, y como si fuera un secreto, susurró— Puedes llorar en mi hombro cuando quieras hacerlo, cuando te sientas colapsado y no quieras más de nada. Siempre voy a estar aquí para ti, somos dos en esto.

No es ni siquiera necesario mencionar que fue lo siguiente. En un beso teñido por las lágrimas, la angustia guardada y la felicidad naciente, sus labios acariciándose como si no lo hubieran hecho en un largo periodo de tiempo, y sus lenguas encontrándose de manera sensual entre sus bocas creando un juego placentero y reconfortante, lleno de sentimientos encapsulados y el dulce sabor de sus bocas.

—Te amo.

Fueron dos simples palabras, pero el mundo de YoonGi se detuvo por completo, y la felicidad se expandió por su ser tan fuertemente, que todo quedó en blanco los míseros nanosegundos en los que su boca y ojos se abrieron lo más que sus rasgos se lo permitían, con los oídos taponados y la incredulidad palpante. Nunca, a pesar de todos los años, de todos los besos, los abrazos, las noches juntos y las experiencias compartidas, habían pronunciado algo más profundo que un "te quiero". Las cosas siempre habían sido así y ambos estaban bien con ello, ninguno se había sentido menos querido o dejado de lado por no recibir esas palabras, pero ahora, escuchándolas en vivo y en directo, a dos milímetros de sus labios, YoonGi sintió que podía llorar de la felicidad que le causaban.

Cuando el abrazo se hizo presente rodaron por el piso sin importarles si les dolía o si se hacían daño. Rieron y lloraron el mismo tiempo, JiMin siendo atacado por una lluvia de besos cortos y apretados, a la vez que sentía las nuevas lágrimas de YoonGi empaparle el rostro.

—Yo también te amo— Pronunció el mayor sin aliento— Te amo, te amo, por dios, te amo tanto— Min se sentía eufórico, no habían palabras ni acciones suficientes en el mundo para expresarle a JiMin el amor que sentía por él, y se sentía un poco sofocado por ello, pero eso no hizo que su sonrisa fuera menos amplia— tanto, tanto, tanto, JiMin, te amo tanto.

Era la primera vez las palabras rodaban de sus labios, llevándolos al cielo y trayéndolos de vuelta a la tierra en el tiempo exacto en el que las cinco escasas letras eran pronunciadas, sin embargo, no sería la última.

YoonGi y JiMin podían dar fe de eso con las más de quinientas veces en las que volvieron a repetirlo esa noche, es susurros, en suspiros, en gritos, en risas y en gemidos. Lo que importaba es que cada una de esas veces fue el mismo amor el que los obligó a pronunciarlas.

🌸

Iba a cortar esta parte porque los capítulos de PinkyPoo suelen tener máximo 900 palabras, pero ¿saben? me da igual, me gusta como está de esta manera. 

No tengo nada que decir hoy, lo que quería decir lo dije ayer😅

¿Debería actualizar un capítulo mañana o actualizar 2-3 entre Lunes y Martes?

Diganme ustedes💞

¡PinkyPoo!💞

-Nico

#CajitadeLeche.