Capítulo 1.

2.2K 25 3
                                    

“Get what you need and give what you’re given”

1.

Un rayo de luz, un poco-bastante deslumbrante, comenzó a aparecer en la ventana del dormitorio, dándome a entender de que era de día y tendría que levantarme, abrí un ojo y confirmé mis sospechas. Hice caso omiso a lo que pensaba y traté de volver a soñar, lo que duró al menos unos cinco minutos, hasta que esa inconfundible voz me interrumpía mi perfecto sueño

Movía cuidadosamente mi hombro para llamar mi atención. 

—Hey....Alessa, despierta. 

Mantuve mis ojos cerrados dispuesta a seguir durmiendo.

—Alessa despiértate. Vamos.

¡Dios! Suspiré pesadamente y me giré para verlo.

—Colton, ya te escuché. Déjame dormir un poco más, ¿puedes? —musité para volverme a girar y seguir durmiendo.

—Olvidaba que eres así de insufrible temprano en las mañanas—murmuró con exasperación. Sin pensarlo mucho jaló mi cobertor hasta dejarme sin nada con qué cubrir. Lo observé furiosa mientras él tenía su típica sonrisa burlona—Tú te lo buscaste, ahora date una ducha y vístete que tengo que llevarte al instituto. 

—Gracias querido hermano, cualquiera creería que eres así de responsable—sonrió con arrogancia—Vete, me alistare y bajaré en un rato.

Daba gracias a los trabajos de mis padres que la casa era suficientemente espaciosa, ya que en mi habitación contaba con mi propio baño, así no tenía que compartir baño con el insufrible e insoportable de Colton, mi hermano. Me levanté desganada y caminé hacia el baño, cerré la puerta y me dispuse a darme un buen baño con agua caliente. Relajada, salí envolviéndome una toalla alrededor de mi cuerpo, en busca de ropa para ir al infierno, cárcel, manicomio o como muchos comúnmente le llaman: instituto. Opté por usar una camisa de cuadros, un bluejeans claro y unos zapatos casuales. Peiné mi cabello, maquillé ligeramente mi rostro, me perfume; tomé mi bolso y bajé hacia la cocina. 

—Buenos días.

—Buenos días, pequeña. -musitó papá leyendo el periódico.

—Buenos días querida. Ali, aquí están tus baguettes— dijo mi madre al tiempo que me los entregaba.

—Gracias mami.

Las unté con mermelada y mantequilla y serví un poco de jugo de Mora. Despedí a mis padres con la mano y termine de comer.

—Alessa ¿dónde co.. —calló mi hermano, Colton al verme en la cocina lavando los platos— Oh, aquí estás. Deja eso así, se te hace tarde.

Tomé mis cosas y nos dirigimos al garaje. Me monté en la camioneta Dacia Sandero de mi hermano. Al adentrarme revisé mi teléfono. ¡Señor, qué cantidad de mensajes en whatsapp!

"Dupont, despierta"

¡Merde amie!

Despierta stupid.

Y unos cuantos insultos en argentino por parte de Antonio.

Tan cerca pero tan lejos..Onde as histórias ganham vida. Descobre agora