«Hola, Emma. Julia me ha pedido que te diga que la boda será el próximo fin de semana. Dice que quería decírtelo ella misma pero que te fuiste corriendo. Quiere que seas su testigo y su dama de honor. No te preocupes, ya le he aclarado que no puedes porque eres menor de edad así que me lo ha pedido a mí. Ambas cosas. Síp, seré damo de honor.
Entonces solo te toca hacer acto de presencia. También me dijo que quiere verte en vestido y a José en un traje. O algo que no sean esas "ropas de funeral".
Bueno, he cumplido. Nos vemos mañana.»

Me reí en voz alta a causa del mensaje. Ezra. "Dama de honor". ¿Damo? ¿Caballero de honor? Tenía entendido que se decía "padrino", pero no había asistido a muchas bodas. De hecho, a ninguna. Tal vez cuando era pequeña pero no desde que podía vestirme por mí misma.
Al leer su nombre, me había imaginado otra clase de mensaje. En cambio, en el mensaje él había sonado normal. Como si no nos hubiésemos casi besado horas atrás en la bodega. Como si no hubiese declarado que yo lo quería. O me hubiese pedido dejar a José.
Yo le había pedido que me dejara tranquila pero, ¿fue así de fácil? Semanas esperando mi respuesta y ¿se conforma con un simple "no"?
Pero no tenía derecho de quejarme. Yo se lo había pedido y debería estar feliz de que él fuera de la clase de chico que sabe respetar la negativa de alguien. Además tenía cosas más importantes en las que pensar; el vestido que llevaría a la boda, por ejemplo.
Solo a Julia se le ocurriría decirte que la boda por la que llevas esperando dos meses, vaya a celebrarse dentro de tres días. ¡Tres días! Yo pensaba que tenía tiempo de planear mi peinado. Ir a comprar un vestido. Zapatos.
No tenía idea de nada.
¿Podía llevar a mis padres? ¿A mis amigas? ¿Sería en el día o en la noche? ¿La dirección? ¿Habría misa? ¿Julia era católica, cristiana o atea? ¿O budista? Tenía muchas preguntas pero nada de respuestas. Y tendría que seguir en la oscuridad otro día más.
Mientras intentaba no pensar en todas esas preguntas, mi mente decidió parar en un hecho: había tenido sexo con José justo después de casi besar a Ezra. ¿Qué clase de persona era? Yo, que estaba por completo en contra de las infidelidades. Que le había jurado a José que nunca haría algo así y me había sentido muy ofendida por sus dudas. Al parecer, me conocía mejor que yo misma.
O no.
Solo me había dejado llevar por las palabras de Ezra. Él era bueno hablando, José era bueno actuando.
Esa había sido la razón por la que había terminado siendo novia de José. Él actuaba. Quería algo y lo tomaba. Ezra era más analítico. Si veía algo que le gustaba, no solo pensaba en hacerlo suyo. No, él quería saber que estaba haciendo la decisión correcta antes de arriesgarlo todo. Por eso me había sorprendido mucho que hubiese intentado besarme. ¿En verdad había supuesto que yo simplemente me dejaría besar? ¿Sabiendo que yo estaba en una relación? No tenía sentido. Decía que me conocía pero, ¿en verdad lo hacía? Si no me conocía él ni José, ¿entonces quién? Mis amigas, mi familia, Nicolás.
¡Nicolás!
Le había prometido que le escribiría. Había dicho que no me mandaría ni un solo mensaje hasta que yo le mandara uno y hacía más de un mes de su partida.
Tomé mi celular y comencé a escribir.

Nicolás, ¡hola!:

Estaba pensando en ti. ¿Cómo estás? ¿Tu vida universitaria va bien? La mía como estudiante de preparatoria apesta. Me muero por recibir noticias, ya sabes de qué habló.
No puedo parar de agradecerte por no decirle nada a José. No se te ocurra decírselo nunca. Es algo que haré cuando me llegue. Mientras tanto, como si nada hubiese pasado, ¿está claro? Disculpa, no quiero sonar mandona es solo que... estoy nerviosa. Cambiaré de tema.
Julia se casa. Así como lo lees. JULIA. SE. CASA.
Sé que no puedes venir pero ojalá estuvieras aquí. Julia estaría encantada de tener a los gemelos Contreras en traje, uno a cada lado, para posar en las fotos. Se verían muy bien. Ya puedo imaginarlos. Bueno, al menos a Jo sí lo veré en traje. Ni modo, tendré que esperarme hasta tu boda. O a la mía. ¿Se te ha pasado por la cabeza cómo terminara tu relación? ¿Se casarán o terminaran en unos meses? Yo no. ¿Es raro? O sea, sí que he pensado en nuestra relación cuando termine la prepa. Pero siempre pensé que yo estaría en la capital y que volvería a ver a José, o quizás él podría ir. Aunque supongo que debí pensar en muchas cosas. Ahora no tengo nada claro. Mis planes han sido estropeados tantas veces que hasta me da miedo decirlos en voz alta.
Uf. Nico, no vuelvas a pedirme que te escriba: me pongo toda profunda.
Diviértete estudiando. Pronto estaremos por allá.
Te quiero y extraño,

Por favor, déjame olvidarteWhere stories live. Discover now