Reto 12 relatos 1: Enero - Un comienzo

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(Voy con mucho retraso, lo sé, pero prometo ponerme al día.)

Este relato pertenece al Reto de los 12 relatos de SigridValkyrie, uno por mes. En principio, usaré este reto para profundizar más en tres de mis personajes, Darío, Niki y Fanos, que no tienen todavía una historia propia. Este relato en concreto es posible que se convierta en la primera historia con ellos, aunque girará notablemente en torno a Fanos -igual que este relato-.

Tenéis la entrada del blog, con las bases del reto, en el enlace externo, por si os animáis :3.

PD: Si alguien se anima a echar a la hoguera a Ciro o Eleni (o ambos), os lo(s) presto encantado para eso C:.

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Fanos se despertó de golpe y se levantó de un salto. Con una mano en el pecho, todavía jadeando por la pesadilla, miró a su alrededor y suspiró aliviado al comprobar que estaba solo. Cuando se calmó por completo, miró por la ventana: ya amanecía y no tenía sentido intentar dormirse otra vez, así que apagó la alarma y se vistió.

Fue a la cocina para poner en marcha la cafetera y, mientras esperaba, fue al baño para mojarse la nuca e intentar alejar los restos de la pesadilla.

― Fanos...

El mayor pegó un salto, con un grito ahogado, sobresaltado por aquella voz dulce y aguda.

― Vasilis, no aparezcas así, por favor, casi me da un ataque. ―dijo, intentando parecer tranquilo

― L-lo siento ―se acercó y le cogió una mano, haciendo que bajara la mirada a sus grandes ojos oscuros―. Pero... ¿puedes llamarme Orestis? ―Fanos lo miró sin comprender― Le dijiste al hermano de Vasilis que me llamaba así. Sé por qué mamá me puso su nombre y no me gusta.

― Entiendo ―asintió, comprensivo. Había sido cruel por parte de ella―. Orestis entonces.

Cuatro años y nueve meses. Esa era la edad que tenía el niño, apenas unos meses mayor que él cuando su madre había echado a su padre de casa.

― ¿Por qué no me queréis?

― ¿Eh?

― El hermano de Vasilis, tú... no queréis que esté con vosotros. ¿Por qué?

― Dimos no te ve a ti, sino a tus padres...

Para él, el niño era el hijo del hombre que había puesto a su hermano menor en el camino del suicidio, y de la mujer que lo sabía y lo había encubierto... pero no podía decírselo al niño, al menos, no así. Y parte de ello podía aplicárselo a sí mismo: también era hijo de Ciro. Y el policía lo había dejado claro al decirle que sería mejor que no se viesen más de lo necesario... "Sé tú no tienes la culpa de nada" ―le había dicho― ". Pero, cuando te miro, quien me devuelve la mirada es el hombre que violaba a mi hermano y consiguió que se suicidase." Era la forma más dolorosa en la que alguien se había referido a su parecido físico con su padre. Lo sabía, por supuesto, saltaba a la vista, sólo un ciego o alguien que no conociese a uno de los dos no lo sabría... incluso la madre de Vasil-... Orestis lo había reconocido sólo por eso, pero... aunque entendía el punto de vista de Dimos, eso no hacía que le doliese menos.

― ¿Y tú? ―la voz del niño, y un tirón a la manga de su camiseta, lo sacaron de sus pensamientos

― Yo... ―balbuceó. ¿Cómo podría decírselo?― Me da miedo hacerte daño. ―confesó

Retos variosWhere stories live. Discover now