Te odio 我恨你 ━ 19 Days.

(19)

- ¿Qué haces aquí? ¡Fuera! – Antes de poder cerrar la puerta en la cara del pelinegro este coloco su mano e inevitablemente para Mo Guan Shan abrió la puerta , puesto que le doblaba en fuerza. Todo su cuerpo tembló al ver cómo el mayor cerraba la puerta detrás suya – ¡Por.... Favor! ¡Vete joder, lárgate! – Suplico asustado, que ridículo debía verse ¿No?

- No haré nada. Solo quiero hablar contigo. – Dijo ya fastidiado por la situación y lo mal que le hacía ver a su amado de ese modo.

- ¡Vete a la mierda, yo no tengo nada que hablar contigo maldito asqueroso! ¡Muérete! –

- ¡Escúchame maldita sea Mo Guan Shan! ¡Joder! - Gritó. Colocó ambas manos en los hombros del más bajo y sintió como este temblaba. – Yo... joder - ¿Por qué costaba tanto expresarse? – Desde que te volví a ver cometí muchos errores, sé que hice mal y fui impaciente ¡Yo sé que me odias! Pero por favor escúchame. – Tomó un respiro y continuó. – Yo te amo, siempre te ame desde que te conocí en aquel parque. Sé que suena retorcido pero incluso luego de estos años siempre estuve enamorado del mismo niño. Y cuando te volví a ver todos mis sentidos se alteraron. Solo pensé, ''Quiero que seas mío, pero esta vez sin dejarte ir con alguien más'' Creí que sería fácil, pero fue el contrario. Recuerdo cuando te conocí sentí que mi corazón y todo mi mundo se volvió hasta más colorido. – Hizo una pausa para reírse de sí mismo. – Entonces cuando te vi pensé que sería igual a esa época, pensé que tú podrías volver a hacer mi mundo de color como antes, pero por alguna razón eso ya no era así. Que ridículo tratar de revivir un amor de infancia ¿No? – Alzó la mirada al ver el rostro del menor y solo pudo ver una expresión de confusión. – Perdóname por todo. Por querer tocarte de manera impura a la fuerza. Por asustarte. Por habernos peleado por una estupidez mía de celos. Por no estar ahí cuando Yin se fue. – Esas últimas palabras cayeron como balde de agua fría en el pelirrojo, quien hasta ese momento seguía paralizado. Sus ojos comenzaron a cristalizarse y antes de poder sollozar sintió como los fuertes brazos de He Tian le rodearon y atrajeron a su pecho.

- Y-Yo nece-sitaba a a-alguien... - Dijo inconscientemente con la voz quebrada. El mayor abrió sus ojos como platos mientras también sus ojos comenzaban a humedecerse.

- Lo sé... perdóname, perdóname por favor. - Esta vez sus brazos le apretaron más fuerte, como si de ese modo pudiera compensar todos los abrazos que pudo darle todo el tiempo que paso.

Algo imposible.

'Juraría... que pude volver a sentir el color en mi corazón que tanto estaba esperando cuando sentí como tus brazos se aferraban a mi espalda.'

(...)

Ambos se encontraban sentados en una banca de color rojo desgastada, bajo la luz de una lámpara. El silencio era muy abrumador para ambos, en especial para el pelirrojo quien trataba fuertemente de retener las lágrimas que aún necesitaba sacar.

- Hoy harás como si no paso nada, y mañana te olvidaras de que yo existí en tu vida. – Rompió el silencio el pelirrojo con sus labios apretados. Aquellas palabras tuvieron más filo del que pudo imaginar y quebró por completo el corazón del pelinegro quien solo quien tenía su mirada vacía hacía el suelo.

- ¿Por qué? –

- Esa pregunta es ridícula. Olvidare todo lo que has hecho, te olvidare por completo y tu harás lo mismo. –

- Esa respuesta no es suficiente... - Se excusó. Él sabía perfectamente esa respuesta. Aún así aún no quería decir adiós.

- ¡Joder no me lo hagas más difícil! ¿¡Que tanto te cuesta!? Escúchame, yo crecí, tú creciste y esa estúpida amistad de infancia ya no vale una mierda a estas alturas, ¡Solo vete y no me vuelvas a hablar! –

- Si tan fácilmente dices que esa 'estúpida amistad' de infancia vale una mierda, ¿Entonces con Yin es lo mismo? – Sonrió. Había dado justo en el blanco. – Así como tú consideraste una amistad muy fuerte con Yin yo hago lo mismo contigo y no pienso dejarte ir tan fácilmente. Ya no soy tan estúpido como antes. –

- ¿¡Por qué demonios te niegas!? –

- Porque yo sé que aún puede ser lo mismo que antes. –

¡No, no puede jamás podrá! ¡Acéptalo He Tian! –

El pelinegro abrió sus ojos más de lo normal en sorpresa al escuchar su nombre. Y estos comenzaron a cristalizarse. Aunque el menor quien se encontraba frustrado por la situación con los brazos cruzados no se percato de ello por la opaca luz.

- Jamás te dejaré en paz. Yo entre en tu vida una vez, y no pienso salir de ella. – Tomó una gran bocanada de aire y elevó un poco más su voz. - ¿Sabes porque? Mi vida era una puta mierda antes de conocerte e incluso después. Pero cuando te conocí parecía que todo el gris que rodeaba mi mundo se aclaraba y hacías que todo pareciera menos doloroso. Tú eras mi jodido todo y no quería que nadie más lo tuviera. Entonces apareció Yin y arruino cada uno de mis putos días junto a ti. – Pronunció. Una carcajada salió de los labios del pelirrojo quien estaba sorprendido por todo.

- ¿Yo? ¿Hacía parecer todo menos doloroso? Eso suena ridículo. Ni siquiera puedo hacerlo con mi propia vida y lo haré contigo. ¡No me jodas! – Rio nuevamente llevándose ambas manos a su boca para intentar callarse.

- De hecho lo hiciste con dos personas. – Pronunció bajo riéndose. Mas el menor no lo escuchó.

- Solo... déjame en paz ¿Sí? – Se levanto a punto de irse, pero la mano de He Tian le rodeo su muñeca impidiéndole avanzar.

- No. –

- ¡Estas siendo ridículo ahora mismo! – Soltó el agarre y se largo rápidamente de ahí.

'Me niego completamente' 

(...)

- Quiero que te alejes de Mo Guan Shan. – Dijo con un tono de enfado el pelinegro.

- Ajá, ¿Sabes? Lo estaba pensando. – Respondió sarcásticamente el castaño y su rostro inexpresivo no cambiaba, dándole más ganas al pelinegro de romper su rostro. – En tus sueños He Tian. –

- ¿Qué has dicho? – Amenazó con sus puños.

- ¿Quieres saber algo? Desde que he conocido a Mo ciertamente mi vida es un poco menos pesada para mis hombros. El hace como si todo fuera menos doloroso. ¿No te ha pasado? Yo sé que si. Asique yo al igual que ti no quiero perder a Mo por las mismas razones. Y si tengo que hacer de todo para impedir que él se separé de mi lo haré. –

- ¡Tú maldito....! –

- Es mejor que te rindas He Tian. Mo esta de mi lado, si él elije entre tú y yo obviamente ganaré. – Dijo. – No pienso perder contra ti, y estoy seguro que no lo haré. –

El pelinegro bufó.

''Tan solo muérete Bai Luo Yin.''