La ira de Icanti (One Piece) [Runaway]

La caza de Icanti

¡Hola! Vengo con el especial de Runaway, quien no se haya leído ese fic le recomiendo que lo haga y entenderá muchas cosas. Esta es la primera parte de dos capítulos, espero que os guste. Posiblemente la siguiente parte contenga lemon o al menos referencias, idk, el caso es que si queréis lemon decídmelo en los comentarios, que no me importa alargarme. Je. El caso espero que os guste, ya que llevaba un par de días o semanas sin actualizar y queríais este especial. Es larguito, disfruten. Y sobre todo comenten. ¡Ciao! (Si veis alguna falta de ortografía avisadme).

El sol estaba en su cénit cuando el barco de la marina fondeó en el puerto de aquella isla, a pesar de que esta no era muy conocida, Beher poseía una gran cantidad de kairoseki en sus costas cerca del arrecife de coral.

Un par de días atrás, habían recibido una llamada de auxilio a causa de la llegada de un grupo de piratas que habían asaltado el puerto. Su barco era el más cercano en el radio de kilómetros, por lo que acudieron en su auxilio. Los ojos castaños del vicealmirante Smoker otearon el primer pueblo que se encontraba a un par de pasos del puerto. Las casas estaban construidas con madera y piedra, los tejados eran de pizarra del color de la arcilla, en el centro del poblado, muy cerca de la playa se encontraba una pequeña plaza.

El vicealmirante frunció el ceño debido a la confusión, no había rastro alguno de algún tipo de saqueo, robo o destrozo en la aldea. La idea de que lo piratas habían atacado la segunda aldea, ocultada por las montañas debido a que se encontraba en un valle entre estas, fue desechada en seguida. Si la primera no tenía ningún destrozo, ¿por qué iba a tenerlo la segunda? De todas formas bajó junto con Tashigi y un par de hombres del G-5 para averiguar lo que estaba pasando.

A pesar de la tranquilidad que se respiraba en la aldea había un gran número de personas yendo de un lado hacia otro con nerviosismo, y apenas repararon en él cuando cruzó la aldea. Pudo observar por el rabillo del ojo como algunos niños susurraban por lo bajo al verle pasar, y con temor al verse pillados in fraganti echaban a correr hacia alguna de las otras calles.

Finalmente, llegó a lo que parecía ser el centro del pueblo y por ende donde se encontraría el alcalde de aquel pueblo. Llamó a la puerta y un anciano de luenga barba le dio la bienvenida con cierta sorpresa.

—¿Qué puedo hacer por vosotros? —preguntó el anciano con cierto nerviosismo.

Smoker frunció el ceño sospechando de alguna forma, el anciano iba vestido de blanco como casi todos los adultos de aquella aldea, por alguna razón su instinto le decía que aquello era por algún motivo especial; y todavía más el nerviosismo del gentío.

—Hace dos días recibimos una llamada de auxilio procedente de esta isla. Y hemos venido lo más rápido que hemos podido.

El anciano alzó sus canosas y pobladas cejas para después fruncir el ceño para hacer memoria, negó con la cabeza y esbozó una sonrisa de disculpa.

—Lo lamento mucho, mi sobrina se precipitó a la hora de pedir ayuda...

—Entonces, ¿nunca hubo ningún asalto de piratas? —preguntó Tashigi con resignación al ver que todo aquel viaje había sido en vano. Cuando estaban tan cerca de coger a los mugiwara. Y a ese espadachín de cabellos verdes.

—Oh, sí que lo hubo—contestó el anciano esbozando una sonrisa provocando una estupefacción en los miembros de la marina —. Pero Icanti se ocupó de despacharlos.

—¿Quién es Icanti? —preguntó Smoker al notar que aquel nombre le sonaba de alguna forma.

—Es nuestro dios que representa la Mar.