Una vez en diciembre

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La nieve cae en San Petersburgo, tan blanca y helada pero a la vez tan reconfortante como una noche de verano.

El mes de Diciembre de 1904 llego mas rápido de lo que se esperaba, la guerra Rusia-Japón avanzaba a pasos lentos teniendo las de perder, Japón pisando los talones de Rusia cada vez que creían que por fin se acercaban a ellos, perdiendo miles de hombres día tras día en luchas innecesarias. Eran ya diez meses desde que Japón ataco por primera vez al escuadrón ruso y aun no daban señales de querer dejar de atacar.

Sin embargo aun ante las perdidas, una desesperación diferente inundaba las habitaciones de la familia Nikiforov, el Zar Nicolás II estaba desesperado caminando de un lado a otro a las afueras de una habitación en la cual se encontraba su amada esposa, la zarina Alejandra, que justo en esos instantes se encontraba en labor de parto de su quinto hijo o hija.

Sus otras cuatro hijas se encontraban en la habitación de la mas pequeña de las duquesas, Anastasia. Las cuatro niñas se acurrucaban en una misma cama bajo telas finas que caen sobre ellas preguntándose en que momento conocerían a la o a el nuevo integrante de la familia.

Muchos gritos se escuchaban por el pasillo de la casa, a pesar de que el embarazo de la zarina fue saludable justo en esos momentos los dolores que sentía eran realmente insoportables que no se comparaban con los que llego a sentir con los cuatro partos anteriores. 

Entre una y otra vuelta en el pasillo el zar se detuvo, cuando los gritos de su esposa cesaron. Se quedo mirando al piso, apretó los puños, escuchando atentamente cualquier ruido que se fuera a producir  y entonces, del silencio broto un pequeño llanto. Un sonido que, a pesar de ser llanto, en ese momento era el sonido mas hermoso y feliz que el zar pudiera estar escuchando. Le tomo varios segundos retomar  sus pasos y dirigirse hasta la puerta  de la habitación, justo en el instante que tomaba la perilla la puerta se abrió.

La partera sostenía en brazos un pequeño bulto de telas, cuando movió ligeramente el brazo hacia adelante pudo notar como un pequeño rostro destacaba entre las telas

-Zar Nicolás II le presento al Zarevich, su hijo. 

El zar no podía contener su alegría al saber que ese pequeño era el futuro, su rostro fue cubierto por una enorme sonrisa. Tenia frente a él a su primer hijo, la familia Nikiforov por fin tenia al Zarevich que en algún futuro se volvería el nuevo Zar de Rusia. Corrió al lado de su mujer, delicadamente la sostuvo de la mano, le seco el sudor de la frente con el pañuelo que llevaba consigo. El zar no podía sentir mas felicidad en esos momentos

-¿Cómo debemos llamar a nuestro hijo? a nuestro pequeño Zarevich -Pregunto Alejandra

El zar sonrió mientras la partera colocaba al pequeño y rosado bebé en brazos de su madre. El recién nacido aun tenia pequeños rastros de lagrimas en sus ojos que se encontraban aun cerrados, trataba de sacar sus manitas entre las telas que lo envolvían y movía sus delicados labios como tratando de tragar el aire que ahora era sustituto del liquido que minutos antes lo envolvía

El Zar acaricio la cabeza de su esposa, redujo el espacio entre ellos y beso su frente delicadamente. Alejandra sonrió ante el gesto de su marido, mientras arrullaba al bebe entre sus brazos.

-¿Viktor? ¿Te gusta el nombre de Viktor? -Pregunto. La Zarina lo miro y luego al bebé

-Mi  querido Viktor, mi querido Zarevich. Bienvenido a la familia Nikiforov

 Bienvenido a la familia Nikiforov

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El Último Nikiforov (Viktuuri -YoI)Where stories live. Discover now