☞¿Asesora del amor?

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Capítulo 9 "¿Asesora del amor?"

—Oh... ¿Qué debo hacer?— suspiré con tristeza mientras cerraba mi casillero.

— ¿Todavía estás deprimida?— Amy me pregunta en un tono burlón.

Maldita Amy, seguro disfruta viéndome sufrir por un chico.

—Si...o algo parecido— le dije mientras metía mis libros dentro de él.

Amy y yo caminábamos por el pasillo para llegar a nuestro salón. Anoche sólo podía pensar en Harry y la chica de gafas juntos. Riendo, comiendo, llevándose bien. A pesar de ser mucho más atractiva que ella, me gana en lo que a confianza con Harry se refiere. Ella lo conoce desde hace diez años. Yo apenas noté que era mi compañero de salón hace dos semanas...

¡Basta! ¡Esa no es la actitud que caracteriza a Rachel Allen!

No me importa si se conocen desde que están en el vientre de sus madres, Harry está en mi mira y he avanzado mucho para que una chica de enormes pechos, torpe y con gafas me lo quite, ¡Sólo porque lo conoce unos años más que yo!

Me detuve en seco.

—Toma— le dije a Amy pasándole mi mochila—Perdona Amy, ve a clase primero— me disculpé, girándome sobre mi talones y caminando en dirección opuesta.

— ¿Vas al baño?— Amy pregunta. —El más cerca está por allá— dijo señalando otra dirección.

—Ya me he decidido— le dije sin darme la vuelta. Apreté los puños con fuerza. —Ya he dejado de dudar...— sentí como Amy jadeo con sorpresa — ¡Voy a ir a ver a esa chica con gafas!— dije con decisión. — ¡Si me enfrento directamente con ella, quedara claro quién es la mejor!

¿Has intentado superarme, niña? ¡Ni en cien años! ¡Es hora de que te ponga en tu lugar!

—Se supone que debes ser la heroína, pero más bien eres todo lo contrario— Amy dijo al oír la risa que había escapado de mis pensamientos. —Vale, me voy a clases— dijo y se fue al salón.

Camine hasta la sala del Primero F, estoy segura que estaba en esa clase. Me apoye contra la pared y espere tranquilamente a que entraran a clases. Fue ahí cuando voltee mi mirada y la vi.

La chica de talla F. Ugh mírenla ahí hablando con sus amigas y sus sosas gafas ¿Cómo Harry podría querer a alguien como ella? No tiene ninguna pisca de personalidad. Nada. No tiene ni la mitad de mi belleza, ni la mitad de mi popularidad.

—Gracias, Mary— le dijo otra chica desconocida que no me importa. —Te los devolveré el fin de semana— ella dijo. ¿Devolver qué?
Luego vi que tenía unas revistas en sus manos. Bueno.

—No, no tienes por qué darte prisa— ella le respondió amablemente.

Sus amigas también son demasiado inocentes.

—Bien, ¡nos vemos más tarde!— se despidieron entrando al salón, dejando a Mary completamente sola.

Que comience la acción.

Hice mi camino hacia ella. Mi intención era empujarla haciendo que ella cayera al suelo y fuera humillada por mí ¡Ponerla en su lugar!

Camine directamente hacia ella preparando mi brazo para poder empujarla. No fue entonces que ella se dio la vuelta haciendo que mi brazo impactara con su delantera y fuera yo la que impactara contra el suelo después de todo. ¡Una digna rival!

—Ouch— dije aun en el suelo. Algo había caído arriba de mí y cuando me detuve a mirar, eran sus sosas gafas.

— ¡Ah, lo siento!— ella se disculpó. — ¿Estás bien?— le pregunta a la ¿pared? Esa chica no veía nada sin sus gafas.

— ¡Hey, estoy aquí!— le grité y ella se volteó confusa. —Se te han caído las gafas— dije tendiéndoselas, molesta.

—Ah, ¡Muchas gracias!— ella agradeció con simpatía.

Realmente es una inútil.

Cuando finalmente se puso sus gafas y me miro su cara se transformó en una expresión de completa sorpresa.

— ¡Rachel!— ella exclama, sorprendida.

— ¿Qué? ¿Cómo sabes mi nombre?— le pregunté, igual de sorprendida que ella.

—Eres preciosa y famosa— ella juntos sus manos y me miro con admiración. — ¡Por supuesto que te conozco!— me alaba.

—Ah no, no soy así...— le dije apenada mientras frotaba mi cabeza con vergüenza.

¡Maldita sea! ¡Me ha distraído!

—He...Marianne...— comencé.

—Ah ¿sabes quién soy?— ella dijo sin poder creerlo. Ugh es tan idiota.

— ¿Te llevas bien con Harry, verdad?— comencé a atacarla. Mary al captar lo que le había preguntado de puso roja de la vergüenza. —Te vi cómo le dabas galletas— la sorprendí. — ¿Él te gusta?— pregunté directamente y sin rodeos.

—Al parecer Harry— comenzó a decir. —Solo está interesado en mis galleras y en mi cocina. No tiene ningún sentimiento hacia mí— ella dijo con total tranquilidad pero podía ver en sus ojos que le dolía. ¡Que no te compre son sus trucos baratos, Rachel!

—Pero...— comencé. —No las aceptaría de alguien que no le gustara ¿no crees?— la alenté a que me diera más detalles.

Mary me miro a los ojos y luego sonrió haciendo que estos se iluminaran aún más. Oh no...

— ¡Rachel!— me tomo de las manos. — ¡Gracias! Me has hecho esperanzas ¿sabes?

— ¿Eh?— ¡Mierda! ¡Esa no era mi intención!

—Eres tan admirable Rachel, así que pensé que sería muy difícil acercarse a ti. ¡Pero eres una gran persona!— ella dijo con total admiración.

—Ah, no, yo no soy...

—Si no es mucha molestia para ti ¿podría pedirte algún consejo?— ella pregunto.

—Ahh...ummm— comencé a titubear ¿Qué se supone que debería decirle? Mi plan era arruinarla y dejarle en claro que Harry era mío y que no tenía que meterse en mi camino ¡Y ahora me estaba pidiendo concejos amorosos! ¡Tenía que decirle que no! Pero cuando vi sus ojos esperanzados detrás de esas horribles gafas... mierda, ella realmente me admiraba.

¿Cómo podría decirle que no a una fan?

— ¡Déjamelo a mí!— le dije con fuerza, golpeándome el pecho.

— ¡Gracias! ¡Eres una gran persona, Rachel!— me tutea. —Me encanta tenerte, algo así como...— comenzó a pensar. — ¡Mi asesora del amor!

Esto era un problema...

Esto era un problema

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𝖲𝗈𝗅𝗈 𝗊𝗎𝗂𝖾𝗋𝗈 𝗎𝗇 𝗏𝗂𝗋𝗀𝖾𝗇. ☞ Harry Styles.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora