Capítulo 18. Tutoriales

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Samantha se sentó junto a Val y le dedicó una sonrisa que su amiga respondió acompañado de un suspiro que dejó claro que ella estaba tan asustada como Samantha de ver al grupo separado. Sai, se sonrojó pero no despegó su mirada del libro. El también quería evitar a Samantha por sus propias razones.

Sin pensarlo mucho, Samantha agarró una borra que estaba sobre la mesa y se la tiró a Sai con toda su fuerza directo a la frente. Le dejó una marca roja. Él la miró perplejo pero ni preguntó, ni se quejó. Ella le sonrió para su sorpresa. Él no estaba seguro de si debía sonreírle, pero una pequeña sonrisa bailaba en la comisura de su boca. Su ceño fruncido desapareció y retomó la lectura, aunque no leía en realidad. Mientras pasaba la vista por las palabras la sonrisa se le escapó y Samantha lo notó.

Cuando la última clase del día terminó se volvieron a reunir. En cuanto Sai se sentó Samantha le dio con un libro por el brazo.

—Lo lamento, no puedo evitar verte sin querer pegarte —le explicó encogiéndose de hombros sin que fuese en realidad una disculpa.

—Me lo merezco —concedió Sai con una voz abatida, aunque otra vez su rostro dibujaba una sonrisa que forzaba su salida.

Tenía sentimientos mezclados. Por un lado, Sai se sentía miserable por lo que había hecho, así que era sincero cuando decía que se lo merecía, pero no podía evitar alegrarse de que Samantha no lo estuviese evitando. Pasó el fin de semana sin dormir, cavilando sobre cuán dañada estaba su amistad, si es que seguía existiendo. El solo hecho que ella interactuara de esa forma con él representó un alivio muy difícil de disimular.

Sai tenía una cara triste, era palpable que estaba deprimido, tenía ojeras marcadas debajo de sus ojos y Samantha lo notó y se compadeció de él.

—No te odio. Estoy molesta y quiero pegarte, pero no te odio —habló Samantha como si se encontraran a solas.

Ythan y Val al final se iban a enterar de esas cosas, así que mejor que las presenciaran así no debían repetir el cuento.

—También merezco que me odies —Sai miraba sus manos—. Puedo explicarte —se apresuró a agregar.

—Sí, mereces que te odie, pero aún así no lo hago. Y no, no quiero explicaciones Sai, solo quiero pasar la página, no quiero que me expliques, o saber por qué me mentiste, ni en que estabas pensando. Pudiste hablar conmigo, y no fue justo que me enterara de esa forma. Odio las mentiras, lo sabes, sabes lo que pasó con mi familia y sin embargo lo hiciste. Así que no quiero escuchar tus explicaciones porque no habrá nada que pueda justificar la mentira, y eso fue lo que más me dolió.

Las palabras que dijo fueron tal y como se las había repetido el fin de semana. Cada palabra estaba llena de dolor y, si bien le estaba reprochando sus actuaciones, estuvo claro que la lealtad que esperaba de él hacia ella no era por una relación, era por la amistad que los unía. Cuando terminó de decir en voz alta todo lo que había interiorizado, sintió que se había quitado un peso de encima, uno que la había estado oprimiendo desde el momento en que vio ese beso.

—Pero yo si quiero saberlo —agregó Ythan enderezándose. Su hostilidad retenida salía a flote.

—No, si no hace falta que me explique a mí, mucho menos a ti —Samantha le dedicó una mirada que daba punto final.

—Yo solo digo que si él me hubiese besado y después besaba a otra, yo exigiría una explicación.

—En ese caso, todos quisiéramos una explicación del por qué Sai besa a otro hombre —burló Val divertida, tratando de inyectar humor a la tensa situación.

Samantha no pudo evitar reír.

—La única que puede exigirme una explicación es Sam. Y yo no te besaría Ythan —aclaró Sai.

Gemas de Poder: Sobrevivir Con PoderesWhere stories live. Discover now