Puedes romperlo. /Wigetta

Tomé el vuelo esperando que mi hijo este bien.

Narra el padre de Guillermo.

Apunto de tomar a Guillermo para alejarlo de Samuel cayo un rayo.

Caí por la fuerza del mismo sintiendo la corriente pasar por el piso.

Pero no tocaría mi cuerpo al caer y estar por esas milésimas en el aire.

...

Al voltear luego de sentir un zumbido en los oídos mi hijo no estaba por ningún lado.

Veía la sombrilla verde volar por los aires y la densa neblina no permitiría ver más que eso y una camisa destrozada en el piso lleno de hojas.

Gritaría el nombre de mi hijo pero no obtendría respuesta.

-GUILLERMO!

Una y otra vez lo diría y la respuesta sería la misma.

...

...

Volvería al hotel donde Guillermo se queda cerca de la universidad donde al fin y al cabo no se apuntaría.

Él no iría al hotel.

Las horas pasaban y su móvil no sonaría.

Era extraño.

Preocupación al desconocer su paradero y culpa por querer evitar que se acerque a los de Luque.

...

Guillermo no aparecería a las horas.

Debía volver cuando pasaron dos días.

Dije a los del hotel que me llamen apenas vean a mi hijo pero no diría nada más ya que no podría dar pistas.

Ir a la policía sería lo absurdo.

Comentarle a la familia lo sería aún más; querer encontrar las palabras no tendrían lógica sabiendo que he ocultado a Lana sus orígenes y la razón de los cortes de su hermano.

...

Tomé el vuelo esperando que mi hijo este bien.

...

...

Narra el padre de Samuel.

Llegue a casa sin otra razón más que Samuel se ha marchado a solucionar unos asuntos.

Pero algo no andaba bien al percatarme que el padre de Guillermo ha venido de manera estúpida a reclamarme que si algo le pasa a mi hijo es por mi culpa.

Sabía lo que podría estar pasando por los sentimientos si son correspondidos a las palabras de: Te amo...

Pero Samuel no era tan idiota como para decirlo pese a las advertencias que aunque sé que está harto no las ignoraría.

Cerré la puerta para llamarlo.

Sin embargo las respuestas no se darían por dicho artefacto.

Seguía intentando hasta llamar a la empresa donde compre el móvil al no poder comunicarme con mi hijo.

-Los siento pero su hijo está fuera del país, aparte que se ha alejado a las afueras de Inglaterra.

Conocía el lugar donde la operadora indicaba.

Era el maldito castillo.

Llamaría a un primo en ese lugar.

Su respuesta era la que temía.

-Sí. Tu hijo estuvo hace un par de días por el castillo. Casi a la misma edad que viniste tú.

-Acaso eres idiota!

Siento haber tenido este comportamiento por teléfono pero temía a las decisiones que pudo tomar Samuel.

Sabía que era su desesperación por Guillermo lo que ha hecho que vaya a ese lugar.

(El padre de Samuel ignoraba muchas cosas. Una de ellas es que su hijo no estaba por enterado que en aquel castillo se encontraba Guillermo)

Saldría a tomar un vuelo cuando Lana cruzaría de manera tranquila y diría.

-Es libre, todos ustedes lo son...

Ello sería confuso al poner su mano en la parte izquierda de mi pecho.

La sensación que se manifestó era como un respirar libre de impurezas.

Como el aire más puro que ya no existe.

Veía con claridad muchas cosas al grado de finalmente entender las razones que llevaron a Samuel ignorar mis advertencias por aquel chico.

Lana se alejaría de la mano de su novio y sonreiría.

Que ha pasado?

Lograba pensar mientras trataba de recuperar los pensamientos como tal.

El teléfono sonaría. Eran unos primos, sobrinos y parientes lejanos para comunicar que algo extraño ha sucedido desde hace unos segundos.

Sabía lo que podría ser. La maldición ha dejado de culparnos por aquel rechazo y burla de amor de aquel familiar de siglos atrás.

...

...

...

*****/Cosas que se viven/*****

...

Samuel caminaba por los alrededores de aquel bosque.

Guillermo era la manifestación del amor correspondido y Samuel del amante eterno.

Sus caminos eran uno mismo al dirigirse a aquella cabaña.

Ya nadie los molestaría o los encontraría para atormentarlos.

La tranquilidad de aquel clima lleno de niebla los guía a esa cabaña que nadie ha sabido encontrar.

Lana seguía su camino; Luzu podría amarla para toda la vida pues aunque ella desconocía de lo que su hermano ha hecho ya puedo percibirlo.

Ella era libre de heredar algo que castigue aquel sentimiento puro como el que roza su mano a las de aquel chico de gorro que suele abrazarla sin que ella se lo pida.

Fin.

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