Era un día más.
Pasaba de retirar el periódico cuando escuchaba la puerta de casa de Lana y Guillermo.
Ellos no me verían; era muy temprano y ya estaban esperando el expreso.
Tomé un baño y desayuné con calma notando que siguen en el lugar atento a sus móviles.
-Hola. –Saludé a Lana pasando de Guillermo.
Ella sin embargo lo obligó a que saludara.
-Hola. Su saludo fue seco.
No me importaría.
...
Llegué a clases notando su conexión.
Salí del autobús escuchando que debían hacer algo.
...
Al llegar a clases después de un día extenso de materia y de trabajos cercanos apresuré a cerrar las ventanas por la lluvia que se ve no parará por mucho tiempo.
Lana saldría de su casa y Guillermo observaría como ella se marchaba con su grupo de amigos.
Deje la basura en el cesto quedando con la mirada en Guillermo, él se percató de ello y no rompería la conexión.
Caminé a casa notando lo extraño que sería que eso ocurra.
...
Era sábado; tendría una clase que contaba por cinco.
El día sería corto ya que el profesor solo tenía que recoger unos trabajos y tomar una prueba del mismo.
Al salir de la universidad escuché a papá del otro lado de la calle quién me llevaría a casa.
Conversamos de muchas cosas por motivos de su ausencia.
Él estaría un par de horas y se marcharía nuevamente; no quería que se marchara pero comprendía que para él estar ocupado lo distraería de muchas cosas.
...
Entre a casa para ayudarle a buscar unos documentos.
-Samuel has visto el cargador del móvil? –Recordé donde estaba pero no le diría la verdad.
-Lo tengo arriba, ya te lo bajo.
Le daría el cargador que tuve de mi móvil.
Él no se daría cuenta...
Papá se marchó después de poco y ahora tendría que pedirle a Lana que me devuelva el cargador que le presté el primer día que vinieron al vecindario.
...
Toqué.
Toqué.
Y toqué.
Nadie abriría.
Lo extraño era que escuchaba voces pero no veía las luces encendidas.
Caminé a una ventana ya que mi móvil tenía cero de carga.
Avancé hasta ver a Guillermo discutir con su padre.
Él tenía una copa delante de él.
El señor no diría nada para lastimarlo aunque su mirada decía lo contrario.
Guillermo sin embargo miraba a un lugar en particular.
Encima de la chimenea posa una foto de Lana; su mirada no se desprendía de la fotografía de su hermana.
YOU ARE READING
Puedes romperlo. /Wigetta
ParanormalEl amor te hará que esa persona cometa suicidio. Podrías con eso?