-Seré tu chico baby, seré lo que quieras... baby.

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Narra Samuel.

Capitulo 9

La noche era extraña, les diré porque...

...

Salía de la habitación para comer algo y caminar.

En el proceso para que ello se diera Guillermo no paraba de estar feliz y pese a querer esconderlo era malo para ocultarlo.

Él se sentaba en medio de mis piernas mientras lo tomaba para abrazarlo. Ver su rostro era diferente ya que constantemente lo interrumpía al agachar la cabeza; cuestionable era su timidez luego de no importarle tomarme desprevenido en lugares públicos. Ya antes unos tipos nos han visto mientras él logra tocarme por todas partes en aquellos besos apresurados.

Por ello cuestionaba su cambio a ser y no ser tímido.

Apartaba un poco la presión de mis piernas hacia él. Quitaba los brazos para escucharle decir de manera casi silenciosa.

-No me sueltes...

Acepté que necesitaba que no lo hiciera.

Nuevamente tomé su mundo al sonido de unos músicos con una canción peculiar.

(Stop cry in your heart out)

Guillermo se puso de pie para dejar unos billetes en el espacio donde se guardaba la guitarra.

Estiraría su mano. La tomé.

El tipo empezaría a cantar.

La sensación indescriptible.

Mis manos en su cintura y las de él en mis hombros.

-Bailas bien... -Diría Guillermo para tomarlo y darle una vuelta improvisada.

-No te quedas atrás... -Respondía viendo como en aquella vuelta no se enredó.

Seguimos hasta notar en espacio que el acompañante de la Guitarra haría para tocar el violín.

Su voz hacía un coro de alucinar mientras Guillermo seguía dando ligeras vueltas.

Lo detuve para plasmar un beso; sabía que esta sería nuestra canción.

Tomaba sus mejillas notando lo cálida que eran. Mis manos quizá lograría que se calentaran aún más.

Algunas personas se acercaban para darles dinero y colocarlo en el espacio donde se guarda el violín o la Guitarra.

El tipo que cantaba no paraba de sonreírnos; nadie nos juzgaría.

-Espera... -Escuchaba a Guillermo mientras se percataba de las miradas de los que pasaban.

Se sentía las miradas, no lograba que se lleve la atención ya que no soltaba a Guillermo.

-Solo baila conmigo.

Separaba un poco su cuerpo del mío. Era la sincronización que no se perdía ya que era como cuando el viento sopla.

La corriente era la misma; seguíamos el mismo camino.

...

Caminábamos uno delante del otro.

Era claro que Guillermo estaría molesto por la mirada de todos en nosotros; unas fotos tomadas sin permiso y las ganas de querer negar que su felicidad no tendría que ocultarla.

Empecé a salir de aquel lugar donde usualmente es donde se esconde, papá seguramente me odiaría por empezar a sentir este sentimiento que por nadie debería existir.

Puedes romperlo. /WigettaWhere stories live. Discover now