Despierto con el canto de los pájaros y el sol toca mi ventana...
—¡¿Quien te va a creer ese cuento de princesa?! Mejor dí que te caíste de la cama porque soñaste que te caías de un precipicio.
¡Cállate! Esta es mi historia, no la de cierta cosa rara que se sale de mi cuerpo, se sienta en mi hombro y me dice qué hacer.
—Soy conocida como conciencia pero me gusta que me llamen Angie, si no te importa.
¿Angie? Si eres mi conciencia ¿no se supone que te llamarías igual que yo, o al menos el diminutivo de mi nombre?
—Tu nombre es lo suficientemente horrible para que solo una de nosotras lo lleve y esa no soy yo, querida.
—¿Por qué estoy hablando contigo?— doy un manotazo en mi hombro y la aplasto.
Bueno, luego de levantarme del suelo me puse de pie y miré mi reloj, todavía me quedaban mis valiosos cinco minutos para dormir así que me acuesto de panza.
Segundos después las ganas de ir al baño me obligaron a levantarme, con pereza lo hice y caminé tambaleándome chocando con la pared.
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Como tenía los ojos cerrados me pare en un zapato y por poco me caigo, molesta le di una patada y seguí hasta que llegue al baño.
Salgo del baño y veo mi reflejo en el espejo, mi cabeza es un nido de pájaros así que después de lavar mis manos me seco la humedad en mi cabello intentando acomodarlo.
Listo.
Voy silbando de regreso a mi cama y me tropiezo con el mismo zapato que antes patié y esta vez sí me caigo.
—Ay... ¡Maldito!— murmuro entre dientes sobándome donde me golpié y me paro acostándome otra vez de panza en mi cama.
Al instante suena el despertador, lo miro con odio, lo agarro y lo lanzo contra la pared.
Angie aparece junto al despertador destruido, cierra los ojos y junta sus manos.
—Descansa en paz despertador.
—¡Queridaaa!— llamó mamá y Angie desaparece con un Puff.
—Mmmm— me quejo tapando mi cara con la almohada.
—Hija ya estás despierta.
—¿Qué pasa mamá?
—Tu padre y yo queremos hablar contigo.
(...)
—¡Esto es horrible!
Caminaba cavisbaja hacia la casa de mi novio, me sentía muy triste. Esta mañana mis padres me dijeron que nos teníamos que mudar a otro país. No sabía qué sería de mí, toda mi vida está aquí; la escuela, mis amigos y mi novio, Justin. Iba a su casa para decirle. ¿Cómo lo tomará?
