Capítulo 4

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Pronto el profesor nos hizo callar para poder tomar la asistencia. Una vez que terminó con eso, comenzó con la clase. Yo tomaba apuntes y prestaba atención, cuando de repente siento una mano encima de mi rodilla que lentamente va subiendo por mi muslo. Miro a Álex, quien me sonríe y después muerde su labio. Desvío mi mirada hacia el profesor y trato de quitar su mano de mi pierna, pero eso solo logra que él apreté mi muslo, haciendo que salte. Él ríe y nuevamente muerde su labio. No está bien. No puede tocarme de esta manera sin mi consentimiento.

-Álex, no me puedes tocar. No quiero que lo hagas -Dije sin mirarlo.

-No es como que te esfuerces mucho en detenerme, ¿o si? -Tenía razón. ¿Por qué no hago nada?

-Álex, por favor, detente... -Las palabras salían de mi boca pero no podía moverme para intentar quitar su mano nuevamente.

-Vamos... Sabes que quieres -Dijo acercando su silla a la mía. Volví a mirar al profesor el cual solo leía en voz alta lo que salía en nuestro libro- No lo niegues. Te conozco.

Me quedé quieta. Apenas respiraba. ¿Cómo es que con una simple caricia en el muslo, él logra ponerme así? Es casi imposible.

Su mano siguió subiendo y se detuvo justo antes de llegar ahí. Contuve mi respiración y lo miré. Él sabía perfectamente que me tenía bajo su control, que en ese instante yo era capaz de cualquier cosa.

-Álex... -Susurré cabizbaja.

-¿Quieres que me detenga? -Preguntó jugando conmigo. Guardé silencio y él quitó su mano- Lo siento, si querías que parara solo tenías que decírmelo.

Se sentó correctamente y me miró angustiado. "Tengo un plan", pensé. Acerqué mi silla y sin pensarlo dos veces puse la palma de mi mano sobre el cierre de su pantalón, buscando lo que tanto anhelaba en ese momento. Álex, sorprendido, me miró y como siempre, mordió su labio y se rascó la cabeza nervioso. Ahora él estaba bajo mi control. Apreté su miembro por encima del pantalón y escuché como un leve gruñido salió de él. Para hacerlo un poco más casual, pretendió que aclaraba su garganta.

-¿Para esto querías que me detuviera? -Mordí mi labio y sonreí inocentemente- No, no sonrías así.

-¿Por qué no? -Pregunté juguetonamente aún sonriendo de esa manera.

-Porque haces que sea más difícil controlar mis impulsos -Dijo nuevamente rascándose la nuca.

-Tendrás que controlarlos si no quieres que el profesor te mande a castigo -Subí hasta su cinturón y empecé a abrirlo.

-¿Qué haces? -Preguntó nervioso.

-Desabrocho tu cinturón, ¿no es obvio?

-No lo hagas. Estamos en clases.

-¿Desde cuándo te importa eso Álex?

Continué desabrochando su cinturón y luego hice lo mismo con su pantalón. Metí mi mano y empecé a sobar su miembro ahora por encima del boxer. Noté que rápidamente se ponía duro y la cara de Álex se notaba muy incómoda.

-Álex, ¿Podrías continuar leyendo, por favor? -El profesor llamó la atención de Álex y él estaba en estado de shock. Todos los alumnos se dieron vuelta a mirarlo y rápidamente quite mi mano de su pantalón. Miré a Álex quien estaba muy sonrojado y miraba a todos con la boca abierta, sin saber que contestar.

-Página 87, párrafo 4 -Susurré tratando de ayudarlo. Él me miró y luego empezó a buscar la página que le indiqué en el libro.

-Gracias -Susurró mientras buscaba el párrafo.

Álex comenzó a leer y pude notar que la voz le temblaba. ¿Será porque el profesor le llamó la atención?, ¿porque tiene el pantalón abierto frente a toda la clase?, ¿o porque tiene una erección bastante llamativa para la vista?

-Muy bien, Álex. Más te vale que para la próxima tengas tu libro abierto y estés atento -Dijo el profesor. Álex asintió y todos volvieron a mirar adelante, donde el profesor continuaba con la clase.

-Te juro que me vengaré -Dijo Álex apretando la mandíbula. Yo reí.

-No es mi culpa que no hayas tenido tu libro abierto.

-Claro que lo es, me distraes.

-No me hagas caso entonces.

-Imposible.

El sonido del timbre inundó la sala indicando que las clases habían terminado. Tomé mis cosas y caminé hasta la puerta. Álex me seguía de cerca y me acompañó caminando hasta mi casillero.

-Supe que hoy Luke va a hacer una fiesta, ¿Te veo allá?

-No lo sé, tengo que ver mi agenda -Contesté riendo.

-¿Desde cuándo no tienes tiempo para una fiesta? -Preguntó Álex apoyándose en el casillero de al lado.

-Desde que me acosas sexualmente -Susurré.

-¡Oh vamos! Hasta ahora, tú eres la que me acosa a mí. Te recuerdo la vergüenza que me acabas de hacer pasar.

-No tengo como ir -Mentí.

-Yo te llevo. Vamos, di que sí -Dijo sonriendo dulcemente. ¿Cómo resistirse a una propuesta así?

-Lo pensaré. Te aviso más tarde, ¿sí?

-No seas así, Nina. ¿Me vas a dejar con la duda toda la tarde?

-Tal vez -Sonreí y cerré mi casillero.

-Bien, me avisas. Y si es que por casualidades de la vida, decides ir, dos vasos de cerveza te estarán esperando.

-Vaya, ¿Dos vasos? ¡Qué oferta! Sin duda iré en ese caso.

-¿Eso es un sí?

-No, aún lo tengo que pensar. Nos vemos, Álex -Planté un beso en su mejilla y me alejé de ahí. Tal vez podría hacer una parada a esa fiesta.

Álex: Fear Of Love (+18)Kde žijí příběhy. Začni objevovat