Extra #2

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Ross

Tercer año.

Algo de lo que jamás me iba a cansar era amanecer con Laura a mi lado sonriéndome mientras nos abrazaba a mi y a nuestro hijo, Alex. Si, Alex dormía con nosotros. No había manera de que durmiera en su cama, siempre venía por las noches cuando estábamos en casa. Cuando estábamos en un hotel, como ahora, simplemente pedíamos una habitación con cama matrimonial ya que nos habíamos rendido a la idea de Alex durmiendo solo.

— Bueno días, amor... — me saluda ella en voz baja ya que Alex seguía durmiendo.

— Si... definitivamente no me cansaré de despertarme junto a ti... — murmuro sonriéndole.

Laura suspira y me besa, en seguida le correspondo con más pasión. Joder, la extrañaba.

— Aprovechemos de que duerme... Cuando se despierta no puedo besarte. — digo en el beso.

Ella se separa y me sonríe de lado. — Se durmió hace unos minutos por una pesadilla... Si somos silenciosos en el baño no creo que llegue a despertarse.

Era frustrante que solo tuviéramos sexo cuando nuestro hijo dormía y porque huíamos a algún lado de la casa, pero de todas formas amaba mi vida y amaba la familia que tenía.

— Por esas cosas te amo... — le digo dándole otro beso y provocando una risita de su parte.

— Te espero en el baño, Lynch. — dice ella guiñándome el ojo y se levanta con cuidado para después irse al baño.

Me tomo unos segundos para admirarla. Era realmente hermosa y la amaba completamente, llevábamos más de tres años y seguía igual de enamorado de ella como cuando la había reencontrado, incluso creo que ahora estaba más enamorado. Si era posible, cada día me enamoraba más de Laura, de su sonrisa, de sus actitudes y de su risa. Laura era esa clase de mujer que uno encontraba y luego sabía con certeza que después de ella nada sería igual porque te enamoró profundamente.

Me levanto con cuidado de no despertar a Alex y rezando para que no se despertara porque tenía a mi hermosa prometida en la ducha y luego voy rápidamente al baño.

— Jamás había valido tanto la pena despertarme tan temprano un sabado... — murmuro viendo a Laura y ella me regala una hermosa sonrisa.

Las fans adoraban cuando Laura venía de tour, incluso lo preferían. Yo cantaba con más emoción, bailaba con más ganas solo para provocarla y además me la pasaba haciendo chistes y sonriendo.

Siempre que me tomaba fotos, pedían que Laura también apareciera y se ponían igual de emocionadas que cuando nos conocían a nosotros cuando la conocían a ella. Laura era totalmente amada por los fans, al principio no tanto pero al ver que ella no era una busca fama y que era realmente amable con todas las fans, se ganó su amor. Además ella no era de aparecer en todos lados.

Era totalmente distinto a lo que vivi con Courtney. Las fans la odiaban, detestaban cuando estaba en mis conciertos, no querían fotos con ella y más de una vez le pidieron que se aleje y siempre estaba en todos los eventos y fotos. Era realmente insoportable. Pensar que había perdido a Laura por ella... que idiota.

— ¡Estuvieron increibles! — dice Laura mientras me abraza con Alex durmiendo en su hombro. — Amo los conciertos en Las Vegas por el simple hecho de tú moviéndote con ese traje.

Suelto una carcajada y la beso. — Te amo. ¿No extrañas los conciertos? ¿Estás segura de abandonar la música?

Laura había dejado su carrera musical oficialmente hace cuatro meses porque una vez Alex se enfermó y ella estaba en latinoamerica por lo que no pudo volver, a partir de ese momento se dio cuenta de que no podía seguir siendo cantante cuando tenía un hijo que la necesitaba en casa. Le había ofrecido renunciar a mi carrera porque no quería que dejara de hacer lo que amaba pero ella se negó y me dijo que ahora amaba más ocuparse de nuestro hijo, jamás se resintió por no poder seguir con su sueño y me siguió apoyando en todos mis proyectos musicales. Me seguía sintiendo culpable por haber arruinado su sueño, pero ella insistía con que era más feliz ocupándose de nuestra familia y teniendo tiempo para nosotros.

— Estoy muy segura. Amo mi vida tal y como está ahora.

— ¿Sabes que te falta? Casarte conmigo.

— No hemos tenido tiempo con el tema de las giras y el casamiento de Rydel y Ellington... Cuando quieras nos casamos.

— ¿Qué tal ahora? — le pregunto y ella me mira confundida.

— ¿De dónde sacarás un cura y una iglesia, Ross?

— ¿Si o no, Laura?

— Si, de todas formas no entiendo como nos casaríamos ahora.

 — Nos vamos a casar al estilo Vegas.

— ¿Qué? ¡Ross!

— ¿Te molesta la idea de que nos casemos aquí y sea algo sencillo? Luego podemos renovar los votos.

— Me encanta. Estás loco, ¿sabías? — dice ella riendo mientras niega con la cabeza.

Alex en ese momento se despierta y me mira sonriendo para después estirar sus brazos pidiendo que lo agarre, al instante lo hago.

— Buenas noches, campeón... — le susurro y le doy un beso en la frente.

— ¡Papá! — dice mientras me abraza.

Laura nos mira con ternura y sonriendo.

— ¿Vamos? — le pregunto.

— ¡Nos vamos a casar! — exclama feliz.

— Te habría traido antes a Las Vegas si aceptabas casarte de esta manera.




— Otra pareja... — murmura el cura divertido y con Laura nos reímos.

— Le sorprendería saber que estamos completamente sobrios y comprometidos hace tres años. — responde ella orgullosa y yo la abrazo por la cintura.

— ¿Y el niño es suyo? ¿Por qué se casan en Las Vegas?

— Si, se llama Alex. Nos casamos porque cierta persona estaba impaciente...

Sonrío divertido y le doy un beso en la mejilla. Alex estaba al lado de Laura dándole la mano.

— Son la pareja más interesante que hubo en toda la noche. — dice el cura. — ¿Tienen los anillos?

Asiento, ganandome una mirada confundida de Laura.

— ¿En qué momento lo has comprado?

— Hace tiempo.

— Realmente querías casarte conmigo... — murmura emocionada y yo le guiño el ojo. — Por favor, saltee el discurso y eso de oponerse. Estamos solos y ya hemos presenciado varias bodas, solo quiero casarme.

El cura y yo soltamos una carcajada. Esa era mi chica.

— De acuerdo... Ross Shor Lynch, ¿acepta a Laura Marie Marano como su esposa y promete cuidarla y amarla hasta que la muerte los separe?

— Si, acepto. — respondo sonriendo mientras le coloco el anillo.

— Laura Marie Marano, ¿acepta como esposo a Ross Shor Lynch y promete cuidarlo y amarlo hasta que la muerte los separe?

— ¡Joder, si! — exclama mientras me coloca el anillo y yo me río.

— Los declaro marido y mujer. Puede besar a la novia. — anuncia el cura y de inmediato agarro a Laura por la cintura y la beso. Ella rodea mi cuello con sus brazos mientras me acerca más a ella.

Era nuestro primer beso como marido y mujer. Tuvimos tantos primeros besos... Como amigos, como novios, como ex novios, como amantes, como novios reconciliados... Y ninguno se sintió como este. Sellábamos una promesa que ibamos a mantener para toda la vida porque nos amábamos y todo era mejor si estábamos juntos. Engaños, mentiras, peleas, distancias, otras parejas... Podíamos contra todo y eso sería así siempre porque, desde el día que la volví a encontrar, juré no volver a dejarla ir y luchar por ella las veces que sean necesarias.



Back to Me | Raura One Shot. TerminadaTempat cerita menjadi hidup. Temukan sekarang