- No puedo evitarlo –se encogió de hombros Kate.

-¿Seremos igual con nuestros hijos?

-¿Hijos?-preguntó Kate.

-Este solo es el primero de muchos…-Besó la punta de la nariz- Si pudiera…Me traía a todos esos niños del orfanato.

Kate sonrió y acarició la ceja de su marido con su pulgar. No podía estar más enamorada de él.

-Bueno podemos apadrinar a alguno… O hacer alguna fundación para ellos…

Rick sonrió y la besó con ganas.

-Es por estas cosas que cada día me enamoras más-susurró sobre sus labios.

Estuvieron un buen rato besándose y acariciándose entre susurros y risas mientras hablaban, recostados en el sofá.

-Dejando a un lado que quieres un equipo de futbol…-susurró- No creo que seamos igual que con Dylan… Dylan tiene sus padres… -por que aunque Alexis había coincidido alguna vez con JD y el niño, el que estaba ejerciendo de padre con él era Ashley- Podemos malcriarlo…Sin embargo con el nuestro… Espero no ser solo yo la mala.

Rick sonrió con inocencia y Kate frunció el ceño. Por supuesto estaba al tanto que Rick era como un niño más…

Palmeó su pierna.

-¿Entonces… Estas listo para ser papá?

-¿Cómo?

-Han llamado de la agencia… Podemos ir a recogerle…

-¿Cuándo?

-Mañana mismo.

-¿Qué? ¿En serio?

-En serio.

Rick soltó un gritito de emoción y volvió a besarla.

-¿Cuándo pensabas decírmelo?

-Antes…-rió-pero has empezado a besarme y…-Rick la acalló con nuevos besos.

Castle se dejó caer a su lado en la sala de espera del aeropuerto. Faltaban treinta minutos para embarcar y que sus vidas dieran un giro completamente, pero no podía ser más feliz.

Todos sus sueños se habían ido cumpliendo y aunque en un principio jamás había esperado que Alexis le hiciera abuelo tan pronto, ahora, en ese momento, no podía estar más contento de tener al pequeño Dylan con él.

Miró por encima del hombro de su mujer y sonrió al verla concentrada en la revista.

-¿No estás un poquito nerviosa?

-¿Nerviosa? ¿Por qué iba a estarlo? –gruñó haciendo que Castle se arrepintiera de haberla interrumpido con esa pregunta.- ¿Y si no le gustamos?

-Oh, venga ya… Seguro que le encantas.

Kate cerró el libro y le miró enarcando la ceja. Beckett estaba bastante nerviosa y Castle lo único que hacía con sus comentarios era sacarla más de sus casillas.

-Le encantaremos… Te lo prometo Kate.

Varias horas después, recién aterrizados al país africano, con el horario cambiado y un calor asfixiante, recogieron sus maletas y alguna otra que llevaban con cosas para los niños y siguieron al asistente de la agencia que les había recogido junto con otras familias para ir primero al hotel y luego al orfanato.

Kate estaba sumida en sus pensamientos mientras Rick miraba todo y conversaba con las otras parejas con tranquilidad, a pesar de los miles de mosquitos que le estaban devorando. Ni siquiera la crema antipicadas que se había puesto parecía funcionar.

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